Turismo. Se realizaron visitas guiadas a los corrales de pesca ubicados en la Puntilla de dicha localidad, rescatando la historia y el patrimonio cultural de nuestra zona.
Fue una tarde de música, la mejor gastronomía y reconocimiento de nuestra historia y patrimonio la que se vivió en la segunda versión de la Fiesta Campesina de Pichiquillaipe que se realizó el fin de semana y que fue organizada por el Club Deportivo San Pedro, el Comité Católico y la Junta de Vecinos de la localidad en conjunto de la Municipalidad de Puerto Montt.
Con la presencia del alcalde Gervoy Paredes, uno de los aspectos importantes en esta fiesta campesina fue la gastronomía enfocada principalmente en productos del mar, aunque también hubo platos basados en carne. La parte musical estuvo a cargo del Ballet Folclórico Tupamarka con un espectáculo de danza tradicional de Chile, que se presentó junto al grupo Trabum Peumayén.
OPINIONES
Gervoy Paredes, alcalde de Puerto Montt mencionó que en la localidad “este es el segundo evento, maravilloso, y que ha dado muy buenos resultados, lo que significa que se va consolidando en el tiempo. Por lo tanto, un reconocimiento a estas tres organizaciones, a todo el público que viene y que cree en ellos, vamos a seguir trabajando para que se siga fortaleciendo más en el tiempo”.
Francisco Vega, vicepresidente de la Junta de Vecinos de Pichiquillaipe indicó que “es un honor tener al alcalde en esta actividad, ya que él llegó en sus inicios por estos lados. Ha sido muy bien recibido y estoy seguro que todo Pichiquillaipe y la junta de vecinos lo está respaldando y como les digo es nuestra segunda vez y queremos ser originales, aquí tenemos los corrales de piedra y los conchales los cuales son muy hermosos”.
CORRALES DE PESCA
La jornada estuvo marcada por las visitas guiadas a los corrales de pesca. Estas estructuras se utilizaron hasta la década de 1970, tomando los usos ancestrales de los pueblos originarios, que los construyeron hace miles de años.
Un corral de pesca es un sector cercado formado por una barricada de piedra o madera de forma más o menos semicircular, que se construye en la zona intermareal. Al subir la marea (pleamar) se llena de agua, que lleva consigo peces, moluscos, crustáceos y otras formas de vida marina que, con la bajamar, quedan atrapados en su interior por efecto de la barricada, circunstancia que es aprovechada por los pescadores para capturarlos.