Acción es parte de la Mesa de Buceo Seguro
Fueron seis los jóvenes buzos de Carelmapu quienes recibieron de parte de la Seremi de Salud un reloj profundímetro, tras aprobar el riguroso curso de “Buzo Mariscador Básico”, acciones correspondientes a las líneas de trabajo de la Mesa de Buceo Seguro, que lideran diversas instituciones y que buscan reducir los índices de accidentabilidad en esta práctica.
En el puerto de Carelmapu los jóvenes se mostraron satisfechos luego de aprobar el curso financiado por la Seremi de Salud para 12 jóvenes de la localidad, quienes realizaron su prueba en la Capitanía de Puerto en diciembre y de los cuales seis recibieron la aprobación inmediata, mientras que los otros seis jóvenes realizarán nuevamente el examen en el mes de marzo.
El curso, con un costo de $2.500.000, se inició en noviembre y en él los jóvenes tuvieron formación en primeros auxilios, soporte vital básico, física del buceo y fisiología del buceo además de talleres prácticos en el agua que le permitieran dominar técnicas bajo el mar. El curso es parte del trabajo de una de las 4 comisiones de la Mesa de Buceo Seguro, que busca acreditar y entregar habilidades tanto a buzos jóvenes como experimentados, en sectores donde el buceo es parte integral de las economías locales.
El representante de la Seremi de Salud, Hugo Cordero explicó que este trabajo es parte de la Mesa de Buceo Seguro, “nuestro principal objetivo es reducir los accidentes en el buceo y es por ello que nos hemos propuesto trabajar con los más jóvenes pues sabemos que si los capacitamos y les entregamos herramientas adecuadas podrán desarrollar un trabajo sin poner en riesgo su salud”, comentó el profesional de la institución de salud.
Los relojes profundímetros, que tuvieron un costo aproximado de $300.000 son una herramienta esencial para cumplir con su labor bajo el agua, “es una manera de reconocer el esfuerzo de estos jóvenes y también de entregarles seguridad”, agregó.
La función del profundímetro, como su nombre lo indica, es medir en metros la profundidad en la que se encuentra el buceador en cada momento. Cuenta con una segunda aguja que queda parada en la máxima profundidad alcanzada durante la inmersión. Este dato junto con el del tiempo de inmersión es necesario para calcular los tiempos de descompresión.
Leonardo Díaz Bouquillard
Comunicaciones
Seremi de Salud Región de Los Lagos
@seremisalud10