- Con preocupación siguen viendo los resultados de la encuesta CEP en lo relativo a niveles de confianza desde el Consejo para la Transparencia (CPLT). Su presidenta, Gloría de la Fuente, subrayó que la crisis que se vive en esta dimensión viene desde hace años, y que pese a algunas mejoras, el país llegó a niveles que requieren comprender el efecto de la desconfianza en la democracia.
La presidenta del organismo explicó que la Encuesta Nacional de Transparencia, que desarrolla anualmente el organismo, muestra una caída de la confianza desde hace varios años, pero que el nivel registrado en los últimos sondeos son históricamente bajos.
Asimismo, reconoció que aspectos como la estabilidad de la confianza interpersonal son esperanzadores, en relación al sondeo anterior, sigue siendo muy baja y eso habla de que “las condiciones no han cambiado demasiado”. Agregó: “vemos el alza de la confianza en relación a varias instituciones, algunas de ellas afectadas por acusaciones de eventuales irregularidades y en algunos casos corrupción, pero no se recuperan los valores pre estallido social, salvo en el caso de sindicatos o las municipalidades. En este último caso hay que ver cómo impactarán los hechos asociados a las corporaciones municipales”.
Lo que muestra este sondeo, comentó De la Fuente, “habla de una crisis de confianza muy compleja, con infinidad de dimensiones, y que requiere ser abordada a partir, entre otras cuestiones, de un ataque de frente a la corrupción, y que debiera incluir el reforzamiento del ecosistema de transparencia e integridad pública, conformada por entidades y normas que permiten combatir la corrupción y actuar de manera más efectiva”.
“Tenemos que entender que la crisis de confianza desafía el adecuado avance de cualquier tema país, puesto que el desarrollo de procesos democráticos como elecciones, proceso constituyente, cambios de administración, deben permanentemente atender a un contexto más bien adverso y de permanente cautela por parte de la ciudadanía”, dijo la titular del Consejo. “Se requiere comprender el efecto que esta desconfianza tiene en la democracia y trabajar por la superación de algunas de las problemáticas que derivaron en el estallido social”, espetó.
La representante del CPLT valoró el aumento al doble de la percepción de buen funcionamiento de la democracia (de 6 a 12) y la baja desde el 47% al 30% de los que creen que funciona mal o muy mal, lo que “permite mirar el futuro de manera más optimista”, aseveró.