Tras un extenso debate, el Senado aprobó el proyecto que regula la admisión de estudiantes, elimina el financiamiento compartido y prohíbe el lucro en establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado. El senador Rabindranath Quintero valoró el respaldo alcanzado por la iniciativa, que logró 23 votos a favor y 15 en contra.
El senador Quinteros señaló que el proyecto es parte del conjunto de iniciativas legales en que se enmarca la reforma educacional, que busca “cambiar el paradigma que se ha instalado en Chile y bajo el cual se asume que la educación es un bien de mercado”.
“Yo no quiero ser cómplice de la destrucción de la educación pública chilena ni de la perpetuación del lucro, el copago y la selección”, declaró el senador por Los Lagos Rabindranath Quinteros al fundamentar su voto de apoyo al proyecto, que fue aprobado esta noche por la Sala del Senado.
Precisó que el modelo educacional imperante ha profundizado la brecha que divide a la sociedad y añadió que esa situación “no se soluciona permitiendo que el sistema perpetúe la discriminación cofinanciada por el Estado y por las propias familias, con saldo final a beneficio de los empresarios de la educación”.
Valoró el respaldo otorgado al proyecto que –puntualizó- se hace cargo de restituir la educación como un derecho social cuyo principal responsable es el Estado.
“La educación no puede ser un servicio de costo variable convertido en una actividad lucrativa donde importa más el balance financiero que la evaluación académica”.
Recordó que buena parte del Senado –incluidos algunos de los opositores al proyecto- está conformada por hijos de la educación pública. “Los aulas públicas eran la cantera de la dirigencia políticas, de allí surgieron premios Nobel, profesionales y científicos, incluso durante la Unidad Popular líderes de la derecha que hoy forman parte de este Senado optaban por la educación pública” enfatizó.
Quinteros sostuvo que el desmantelamiento de la educación pública durante la dictadura militar respondió a un objetivo ideológico tendiente a destruir las estructuras que sirvieron de base al avance social que siguió el país en buena parte del siglo 20.
“Sin debate y bajo amenaza de represión, la educación dejó de ser lo que era, el Estado dejó de construir nuevos colegios y entregó su administración a municipios desfinanciados, los profesores incluso perdieron su condición de funcionarios públicos y el objetivo no era formar ciudadanos, sino mano de obra barata” sostuvo.
“Yo no quiero ser cómplice de la destrucción de la educación de la educación pública chilena ni de la perpetuación del lucro, el copago y la selección”, concluyó Quinteros.
Los senadores tendrán plazo hasta el 30 de diciembre para presentar indicaciones al proyecto para su discusión en particular.
Audio:
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Manuel Gallardo Fuentes
