- El permanente lavado de manos, el uso de jabón gel e incluso mascarillas, son algunas de las alternativas preventivas que pueden adoptar quienes atienden a los más pequeños.
- El especialista Pedro Aguilar de la U. de Santiago, se muestra confiado en que la vacunación que llevará a cabo el Ministerio de Salud “ayudará a controlar” la enfermedad.
Un saldo de once menores fallecidos, seis de ellos en la Región del Biobío, es el resultado que hasta ahora ha tenido el aumento en los casos de tos convulsiva -conocida también como “coqueluche”-, y que ha registrado un alza de 209% respecto de 2010, según el Ministerio de Salud.
Ante la situación, el pediatra broncopulmonar y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Pedro Aguilar, observa que “si bien esta enfermedad está protegida, ya que se vacuna a la población desde hace tiempo en nuestro país, esa vacunación no tiene un efecto permanente o para toda la vida, sino que un alcance de aproximadamente ocho o diez años”, explica el facultativo.
La pérdida del estado inmune a que hace referencia el Dr. Aguilar, es lo que en parte explicaría que hoy se registren nuevos casos, “por tratarse de un factor endémico, es decir, presente siempre”.
Aumento de casos
El especialista de la Universidad de Santiago puntualiza que pese a tratarse de una patología protegida mediante la vacunación, “es esperable que cada cierto tiempo, algo así como cada cuatro años, se experimente un brote con aumento particular, que es lo que estamos viendo ahora”, asegura.
El doctor Aguilar explica que un adulto o adolescente pude ser portador de la bacteria, con molestias leves, pero que éstas adquieren las características de la tos convulsiva en niños, “dada su menor capacidad inmune, o porque no han completado su proceso de vacunación”.
Entran en este grupo los menores de un año, “y sobre todo los menores de seis meses”, según el académico del plantel estatal, quien además añade que en este grupo específico, los cuidados deben extremarse cuando se trata de pequeños con cardiopatías, patologías respiratorias, daño neurológico o alteraciones en la defensas”.
Extremar medidas
De acuerdo con el doctor Pedro Aguilar -pediatra broncopulmonar- son los adultos que atienden a menores de un año, y sobre todo menores de seis meses, quienes deben procurar tomar las medidas necesarias para evitar los contagios, sobre todo, ya que muchas veces la bacteria en adultos es asintomática o muy leve, por lo que puede omitirse la posibilidad de portarla.
En adultos que presenten algún síntoma, aunque sea leve, de resfrío, es recomendable “el permanente y adecuado lavado de manos, cada vez que se entre en contacto con el menor, el uso de jabón gel, e incluso de mascarillas, es recomendable”, advierte el facultativo de Ciencias Médicas de la estatal U. de Santiago.
Finalmente, el académico señala que se verá en los próximos meses cómo se comporta el nivel de contagiosidad, pero se muestra confiado en que la vacunación que llevará a cabo el Ministerio de Salud “ayudará a controlar” la enfermedad.
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