Más ciencia para Chile y desde las regiones


Subsecretario Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Cristian Cuevas
  • El programa FIU del MinCiencia marca una nueva etapa para la investigación, impulsando la colaboración entre universidades y gobiernos regionales, fortaleciendo la gestión de la innovación y consolidando una ciencia hecha desde los territorios.
Durante décadas, la ciencia chilena se ha concentrado en las regiones Metropolitana, Valparaíso y Biobío, donde se forma la mayoría de los doctores, se publican la mayor parte de los artículos científicos y se adjudicó el 74% de los 1.580 proyectos financiados por ANID (2024), al concentrar las principales universidades del país.

¿Inequidad territorial? Sí. Pero también representa una brecha de oportunidades que limita el potencial del conocimiento como motor del desarrollo regional.

Esta realidad comenzó a cambiar hace tres años cuando el Ministerio de Ciencia impulsó el Programa de Financiamiento Estructural I+D+i Universitario (FIU) para fortalecer la gestión de las universidades en la creación y transferencia de conocimiento, promoviendo una investigación permanente, descentralizada y conectada con las realidades locales y el bienestar de las personas.

El FIU parte del principio de que mejores universidades fortalecen las regiones y que el conocimiento no debe concentrarse en pocos centros urbanos.

Pero más que un fondo, es una estrategia estructural que, mediante gestión, infraestructura y vinculación territorial, permite a las universidades —especialmente las regionales— planificar a largo plazo y abordar desafíos locales con ciencia aplicada. Hoy, 37 universidades cuentan con financiamiento para este plan de 10 años.

Este cambio se refuerza con la participación de los gobiernos regionales, que gracias al Fondo Regional para la Productividad y Desarrollo (FRPD), creado por la Ley del Royalty Minero, hoy cuentan con recursos inéditos para invertir en ciencia y tecnología: 230 mil millones de pesos para las 16 regiones, de los cuales al menos un 25% debe destinarse a investigación, promoviendo una nueva colaboración entre regiones y universidades bajo una lógica de cogestión del conocimiento.

Valoramos el compromiso de los gobiernos y consejeros regionales de once regiones —desde Arica y Parinacota hasta Magallanes— que destinarán más de 73 mil millones de pesos para fortalecer a sus universidades. Con ello, los gobiernos regionales se consolidan como actores clave de la política científica, articulando capacidades locales y promoviendo sistemas regionales de innovación.

La descentralización se vuelve realidad cuando la ciencia surge desde los territorios, con identidad regional y propósito nacional. Así, cada región aporta conocimiento, soluciones y desarrollo sostenible para el país.

Chile impulsa una estrategia para aumentar sostenidamente la inversión en I+D fortaleciendo la gestión universitaria. Alcanzar un desarrollo basado en el conocimiento requiere un sistema científico y tecnológico con capacidades sólidas y descentralizadas que sustenten ese crecimiento.
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