¿Podemos revivir especies extintas? El «regreso» del lobo gigante y el rol de Chile en la conservación genómica


Milena Murillo, Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma
Fotografías: Los lobos Romulus y Remus, en imágenes de un video promocional de Colossal.

Conservación genética
  • El reciente anuncio sobre la recreación parcial del lobo gigante mediante ingeniería genética reabre la pregunta por la desextinción. Investigadores como Miguel Allende y Juliana Vianna explican los límites de esta tecnología y su verdadero potencial: conservar especies chilenas amenazadas a través de la genómica.
El anuncio fue impactante: un equipo científico logró replicar algunas características del extinto lobo gigante (Aenocyon dirus) a partir del ADN de su pariente más cercano, el lobo gris. No se trató de una resurrección completa, como la de Jurassic Park, pero sí de un hito en la biotecnología moderna. ¿Estamos frente al inicio de la “desextinción”? ¿Podríamos aplicar esta tecnología para conservar especies chilenas amenazadas?

Miguel Allende, director del Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (IM-CRG) y Profesor Titular del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, entrega contexto desde Chile: “En teoría, sí es posible traer de vuelta a una especie extinta, si se recupera su genoma completo y se introduce en una célula compatible de un organismo vivo. Pero en la práctica, eso es extremadamente difícil. Por eso lo que se hizo fue una recuperación parcial: tomar genes del lobo extinto e insertarlos en el genoma del lobo actual para imitar algunas de sus características”.

Juliana Vianna, coordinadora nacional de 1000 Genomas e investigadora en genómica evolutiva de la Universidad Católica, lo resume así: “El ADN de especies extintas como el lobo gigante está altamente degradado. Los investigadores realizaron en el genoma del lobo gris 20 alteraciones en 14 genes que poseen características del lobo extinto, que permitieron recrear características del extinto, como el pelaje o la forma del cráneo”.

Esto fue posible gracias a tecnologías como CRISPR, que permiten modificar genes con precisión quirúrgica. Pero Vianna es clara: “No se trata solo de traer una especie de vuelta, sino de entender si esas características tienen sentido en el ambiente actual. Muchas especies se extinguieron porque no lograron adaptarse a los cambios climáticos o a nuevas enfermedades. Hoy, la clave es lograr que las especies sobrevivan al presente, no al pasado”.



Vianna también enfatiza el potencial que esta tecnología tiene para prevenir extinciones futuras, sobre todo en especies en peligro. “En el proyecto 1000 Genomas, estamos secuenciando especies chilenas vivas, muchas de ellas endémicas y amenazadas. Tener esa información genética es crucial para desarrollar estrategias de conservación e incluso adaptaciones genéticas que puedan ayudarlas a resistir amenazas como las enfermedades emergentes o el cambio climático”.

¿Podría aplicarse esto a especies emblemáticas de Chile? Allende no lo descarta: “Con las herramientas que usamos en 1000 Genomas y las tecnologías de edición genómica actuales, podríamos intervenir genéticamente para conferir resistencia a enfermedades en especies amenazadas. No es ciencia ficción: son técnicas que ya se aplican y que se podrían usar aquí en el futuro cercano”.

Entonces, ¿qué tan real es la desextinción? “La palabra es un poco exagerada”, admite Allende. “Pero lo interesante es que este tipo de experimentos muestran cómo la genética puede ayudarnos no solo a entender el pasado, sino a proteger el futuro de nuestra biodiversidad”, agrega el académico Uchile.

Así que, aunque Jurassic Park seguirá siendo una fantasía, la ciencia nos ofrece una alternativa mucho más poderosa: usar la genómica para conservar la vida que aún nos queda. Y en Chile, ya estamos dando pasos firmes en esa dirección.

Artículo cedido por el Departamento de Prensa de la Universidad de Chile.
Seo Services