- La situación de calle es una de las condiciones de mayor desprotección, vulnerabilidad y riesgo de las personas. Por tal razón, ha sido incluida como una línea de trabajo de Chile Solidario.
Más de 400 personas que viven en la calle han sido incorporadas al “Programa Calle” del sistema de protección social Chile Solidario, en las comunas de Osorno y Puerto Montt para apoyar la integración de estas personas a la red de servicios públicos y beneficios del Estado, anunció el Seremi de Planificación, Armando Pérez.
La autoridad explicó que el propósito del Programa Calle, “es restablecer la condición de ciudadanía de estas personas, porque han perdido todo vínculo con su condición ciudadana, desde la más básica de no tener un carné de identidad que habilita para un conjunto de trámites que son necesarios en la vida cotidiana de las personas”.
Para poner en práctica la iniciativa, el Ministerio ha transferido la suma de $76.587.500 para aportar al fortalecimiento institucional de las organizaciones, para que mejoren o amplíen su quehacer a la hora de atender a las personas en situación de calle.
Pérez Navarro subrayó que las instituciones realizan “el puente entre la oferta pública de derechos sociales, como las redes de salud, de educación, de condiciones de capacitación y empleo o la relación con el Registro Civil”. Agregó que la principal característica del programa es el apoyo psicosocial, porque en muchos casos las personas que viven en la calle han atravesado situaciones complicadas de vida y tienen rotos sus vínculos con sus familias o sus trabajos, lo que también puede llevarlos a alcoholismo y drogadicción. Por ello, necesitan un trabajo de acompañamiento personalizado e intenso.
El seremi añadió que “los resultados inmediatos que vamos a ver son los de condiciones mínimas de derechos sociales garantizados. El que ellos puedan acceder a atenciones de salud cuando las requieran, puedan tener un lugar donde dormir, y tener condiciones básicas como su documentación”.
La gestión del programa Calle se realiza entre el Ministerio de Planificación e instituciones que han demostrado una larga trayectoria de trabajo con esta población, entre ellas los municipios de Osorno y Puerto Montt que están trabajando con las personas en situación de calle, identificando sus necesidades prioritarias de protección y analizando las alternativas de intervención en cada caso.
EXPERIENCIA
Pamela y José son beneficiarios del Programa Calle de Chile Solidario. Desde los 8 años, Pamela y José vivieron en las calles de Puerto Montt. Ella, sin padres, buscó asilo en las caletas luego de haber deambulado por casas de acogida; él, vivió en una fundación de niños de alto riesgo social y luego en un tren abandonado, tras sufrir años de abuso de su padre alcohólico. Hoy han logrado salir adelante y son padres de una pequeña de redondos ojos negros, de nombre Alexandra.
“Mi vida no fue fácil, no tengo madre ni padre. Desde chica viví en casas de menores y a los 8 años me empecé a arrancar hasta que me quedé en la calle. Comencé a consumir drogas y para adquirirlas robaba; y para alimentarme robaba en los supermercados. A los 12 años me fui un tiempo donde mi abuela, a quien recién estaba conociendo, pero no me hallé. Un día una amiga me invito a ir al Programa Calle, yo no tenía muchas ganas de ir, pero de a poco Don Fredy (el monitor) fue ganándose mi confianza, comencé a quererme a mí misma y a aprender que con voluntad y con la ayuda de buenas personas se puede salir adelante. Además, comprendí que no estaba sola, habían otras personas que estaban viviendo una historia similar a la mía”, explica la joven madre de 20 años.
Pamela actualmente es beneficiaria del Programa Calle Chile Solidario, ha recibido ayuda psicosocial, la han incorporado a la red de prestaciones que el Estado tiene a su disposición, y desde hace unos meses es una pequeña comerciante, gracias a un microemprendimiento que le otorgó el Fosis. Su pequeña ingresó al Sistema Chile Crece Contigo y ha recibido todas las garantías y servicios del sistema. En tanto, su pareja está trabajando en una empresa salmonera y con los recursos que logran reunir, que no son abundantes, están ahorrando para su vivienda.
“Queremos darle a nuestra hija un hogar para que no se repita nuestra historia en su vida. Ahora tenemos por quien luchar y es ella también la que nos da la fortaleza para seguir batallando cada día para seguir adelante”, comenta esta pareja.