Con obra emblemática de los 80 comienzan los Temporales Internacionales de Teatro



(04.07.2012) Con la presentación de la obra Redoble Fúnebre para Lobos y Corderos, escrita en la década de los 80 por Juan Radrigán, comienzan este viernes 6 de julio los XXIII Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt.

Redoble Fúnebre para Lobos y corderos es una co-producción del Teatro de la Universidad Católica y de la Compañía de Teatro Antártica. La obra es una trilogía –compuesta por el Invitado, Sin Motivo Aparente e Isabel Desterrada en Isabel-, escrita por el Premio Nacional de Artes de la Representación 2011Juan Radrigán y ha sido catalogada como una de las piezas teatrales clave de la década de los 80. En esta oportunidad se presentarán en Puerto Montt “el Invitado” e “Isabel Desterrada en Isabel”.

La dirección del montaje está a cargo de Rodrigo Bazaes, conocido por su trabajo como director de arte de la serie “Los 80” y co-guionista de “Violeta se fue a los cielos”, entre otros. El elenco está compuesto por Solange Lackington, Manuela Oyarzún y Mario Soto.

La presentación se realizará en la sala de teatro de la Casa del Arte Diego Rivera a las 20.00 horas en una sola función. El resto de las obras que forman parte del programa de Temporales Internacionales de Teatro se presentará en los horarios de 20 y 22 horas. La entrada es liberada.

Los Temporales Teatrales se extenderán hasta el 27 de julio y considera presentaciones en Puerto Montt y Alerce, además de la itinerancia de algunas de las obras por las comunas de Ancud, Calbuco, Castro, Hualaihué, La Unión, Puqueldón y San José de la Mariquina.

Reseña:

Redoble fúnebre para lobos y corderos, trilogía de Juan Radrigán -Premio Nacional de Artes de la Representación 2011- es pieza clave del teatro popular de los años ’80. Fue estrenada en 1981 por la compañía fundada por Radrigán, El Telón. A más de 30 años de su estreno, esta trilogía permitirá reencontrarnos con el Radrigán de su primer periodo y preguntarnos por la madurez de los problemas sociales, políticos y morales que su dramaturgia señaló entonces, obligándonos a establecer un balance con el Chile actual y proponiendo la vigencia de algunos asuntos pendientes o aparentemente insolubles. En esta oportunidad se presentarán El Invitado e Isabel desterrada en Isabel.

El invitado. Con Mario Soto y Manuela Oyarzún: Sara y Pedro son un matrimonio humilde. Él está cesante desde hace mucho tiempo, aunque en ella no hay reproche por la situación y se niega a recordar otros tiempos mejores. La presencia invisible de un personaje, nombrado como el Invitado, gravita en sus vidas como el responsable de la miseria.

El Invitado duerme junto a ellos, los escucha constantemente y vigila cada paso que dan. La existencia de la pareja está determinada por este tercer personaje. Tomada en su contexto histórico, la crítica planteada en esta obra breve alude directamente al régimen militar y a la constante humillación y menoscabo en las vidas de las personas más humildes, aunque actualmente la lectura puede ser más amplia. Al final, Sara y Pedro le hablan al público en un desesperado intento por saber si ellos han logrado acostumbrarse a la presencia del Invitado.

Isabel desterrada en Isabel. Con Solange Lackington: Isabel, una mujer relativamente mayor, camina sola por la calle mientras le habla a un tarro metálico de basura. En el monólogo, ella revela partes de su vida, como la relación con su padre. El hambre es lo que gravita en cada palabras, un hambre que viene desde la infancia y que alude no sólo a la falta de comida, sino también a la falta de igualdad entre las personas. Isabel ama a Aliro, un hombre que, al igual que ella, ha sabido quererla desde la desesperanza y la soledad. Pero Aliro ahora está desaparecido, preso, muerto, no se sabe. Ella lo busca, lo llama, mientras cuenta su soledad, su angustia, su tristeza actual.
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