A las 11 horas
El Tahuantisuyo y su aporte a las culturas precolombinas que nutrieron nuestra vida, historia y destino es parte fundamental de la muestra “Pueblos del Antiguo Cápac Ñan”, del artista peruano Felipe Coaquira, que extrae de sus imágenes el ethos de un origen común americano y que se inaugurará este viernes 10 de agosto a las 11 horas en la Casona Cultural ex Banco Llanquihue, entrada liberada.
Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, la muestra presenta acuarelas, óleos y pinturas de técnicas mixtas que reflejan los antiguos pueblos de la costa, del desierto y del altiplano unidos por esta vía de 22 mil kilómetros, que conectó gran parte de la actual América Latina al corazón del imperio incásico: Cusco.
Las pinturas retratan evocadoras imágenes de algunos poblados del norte chileno, aferrados precariamente a la vida, gracias a la cosmovisión integradora de la naturaleza como ente inspirador de los impulsos creativos y protectores de las culturas altoandinas.
FELIPE COAQUIRA
El artista nació en Arequipa (Perú) en 1978, realizando estudios de pintura en la Escuela Superior de Arte Carlos Baca Flor. Luego continúa sus estudios en Lima, en 1999, con el taller de Grabado de la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú.
El año 2000 se instala en Santiago de Chile, desarrollando sus actividades pictóricas en acuarela, óleo y técnicas mixtas enfatizando el sincretismo popular e inmaterial del mundo precolombino. Realiza cursos en Gestión Cultural y actualmente es miembro de la Sociedad Nacional de Bellas Artes de Chile.
Con decenas de exposiciones colectivas y personales -que se han exhibido en España, Chile, Colombia, Bolivia, Argentina y Perú- y una serie de premios entre los que destaca la Medalla de Plata del Salón Nacional (Sociedad Nacional de Bellas Artes de Chile) obtenida en octubre del 2011.
CÁPAC ÑAN (QHAPAQ ÑAN)
De todas las obras viales realizadas por los incas en la época precolombina en América del Sur, el Camino Inca fue el más importante y extenso, atravesando la Cordillera de Los Andes, lugar en el que alcanzaba en algunos puntos más de 5 mil metros de altitud.
Este camino es parte de un sistema de más de 22 mil kilómetros que integró la red del Tahuantinsuyo desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile, pasando por Quito, Ecuador; Cajamarca, Huánuco, Jauja, Huamanga y Cusco, en Perú; y extendiéndose incluso a Bolivia y a Tucumán, Argentina.
Debido a que los incas no utilizaban transporte con ruedas y no tenían caballos hasta antes de la llegada de los españoles al Perú en el siglo XVI, los caminos fueron utilizados casi exclusivamente por caminantes, algunas veces acompañados por animales de carga, generalmente auquénidos. También lo utilizaban los chasquis, carteros del imperio.