Desde el Hall Municipal en 1992
Toda una aventura debió sortear la pintura monumental alusiva a la fundación e historia de nuestra ciudad luego de su remoción del Hall Municipal hace 23 años, en 1992, y que ahora –después de ser recuperada desde una bodega- es restaurada por los miembros de la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Montt, y que se espera reinstalar en una fecha significativa para la comuna.
Con el apoyo de la Corporación Cultural (CCPM), los trabajos se realizan en la Casona Cultural del Parque La Paloma y buscan restaurar tanto la condición física de los paneles, afectados por humedad y perforaciones en su superficie; como el trabajo artístico, especialmente los trazos de los dibujos y la pintura que hoy aparece descolorida y con pérdida de color.
La obra fue retirada del Hall de la Municipalidad de Puerto Montt en 1992 por obras de mantenimiento y remozamiento, siendo trasladados los tres paneles –de 2.5 por 6 metros de madera aglomerada- a las bodegas de la institución pública.
Finalmente, se decidió intervenir la obra, luego que los trabajadores de la época la dejaran cubierta adecuadamente y dispuesta en un sitio seguro, resguardado de paso su integridad, sobre todo de la humedad del ambiente.
Los trabajos en los que participan todos los socios de la Asociación de Pintores, significan una inversión que alcanza los $6 millones de pesos, aportes entregados por la municipalidad y la CCPM.
LORENZO STUARDO: “DIBUJANDO LE GANÉ A LA DICTADURA”
Tras el golpe militar de 1973, el alcalde designado Tótila Lintz y las autoridades comunales decidieron en 1974 abrir un concurso para celebrar la fundación de la ciudad y que sería un verdadero cúmulo de sorpresivas paradojas.
De los trabajos presentados, ganó el realizado por Lorenzo Stuardo –de reconocida filiación comunista- con imágenes de arte popular que significaban la unidad del pueblo como senda de construcción de progreso y de una mejor sociedad, justo cuando la represión comenzaba a destruir las organizaciones políticas clandestinas.
“Tenía tanta bronca por lo ocurrido con Allende que sin pensarlo hice los dibujos. Cuando los pintores lo eligieron el susto fue tremendo, pero las autoridades no se percataron del fondo del asunto. Los únicos reparos vinieron de Gastón Gómez, quien vio los posibles peligros, pero fue gol de tres cuartos de cancha, con un dibujo le estaba ganando a la dictadura”, dijo Stuardo.
El otro panel fue dibujado y pintado por Juan Rivera, socialista, quien hace un guiño al encuentro de dos mundos: pueblo originario y colonos, aunque sin el contenido ideológico del realizado por Stuardo.
Pintar fue otra historia. Pese a ganar, la pintura (que se encargó directamente a Estados Unidos) la hizo Gastón Gómez- quien mantenía buenas relaciones con las autoridades de la época- y a Stuardo lo dejaron fuera.
“Para ser justo, Gómez pintó muy bien el cuadro. Especialmente las aves migrantes que se ven sobre la gente, que representan la esperanza del retorno a la libertad. Y a todos les gustó, porque cuando la obra se inauguró, militares y civiles designados aplaudieron toda la tarde. Me estuve riendo como un año”, explicó.
El trabajo en la obra, agregó, me permite sanar heridas provocadas en esos tiempos, la sobrevivencia económica, el desinterés de gente que se decía amiga y el dolor de saber de tanta gente muerta, desaparecida o en desgracia.
“La otra sorpresa fue ver que en 1992, en plena democracia, la obra desaparecía y ahora recién nos enteramos dónde estaba y que sobrevivió”, dijo.
LORENZO STUARDO: PINTOR E HIJO ILUSTRE
La obra de Stuardo puede catalogarse como de tipo figurativo con tendencias surrealistas, centrada en los habitantes australes, de la que deriva su carácter social y de vivencia en su trabajo.
La temática de su obra plástica no busca tanto el idealismo como sí retratar el imaginario de la vida pasada y actual, adoptando un carácter testimonial que ayuda a rescatar la verdadera cultura de la comunidad. Es común que no idealice personajes, sino que los muestre en su verdadera dimensión: frágiles, afectados por la pobreza o el clima, con trabajos extenuantes, sin quitar por ello belleza y romanticismo a la imagen de nuestra cultura de navegantes, de pueblo costero y de nexo con el sur isleño y austral.
Actualmente, y aprovechando su vasta experiencia, trabaja en el Consejo de la Cultura y las Artes Los Lagos, tras ser nombrado Hijo Ilustre de Puerto Montt en febrero de este año.