Antes de utilizar las tarjetas los consumidores deberían conocer las reglas básicas de la compra a crédito:
- Cada vez que compre al crédito, debe asumir que existe un costo, que corresponde a los intereses que le cobrará la casa comercial o banco.
- Además de los intereses, las tarjetas de crédito cobran otros conceptos: gastos de administración y/o mantención de la cuenta, y algunos contratos también indican el pago de un seguro de desgravamen.
- Cuando compre a crédito, consulte el valor de la cuota y el total del crédito, que es lo que finalmente debe desembolsar. Esta información, junto al CAE (Costo Anual Equivalente) deben ser entregadas por obligación por la casa comercial o banco.
- Analice si el producto o servicio que está comprando amerita un gran número de cuotas. Por ejemplo, es lógico pensar en comprar un televisor en seis cuotas, ya que es difícil para una familia común adquirirlo al contado, y además, es un bien duradero. Sin embargo, comprar el pedido del supermercado en seis cuotas implica estar pagando por medio año lo que la familia consumió en el primer mes.
- Existen promociones de las casas comerciales y bancos que ofrecen sistemas con 3 cuotas precio contado, o 6 cuotas sin interés. Si bien el interés efectivamente no se aplica, sí procede el cobro de los costos de mantención y otros seguros, según corresponda.
- Cuando ofrecen el pago de un “monto mínimo”, el saldo impago de la cuota generará intereses.
- Es común observar las promociones y regalos al utilizar las tarjetas de crédito, pero en algunos casos el obsequio se termina pagando en el valor cuota.
- Aprenda a usar las tarjetas de crédito, concentrando las deudas en una o un par de ellas. Esto debido a que cuando utiliza varias tarjetas, cada una le cobrará sus propios costos de mantención, aumentando el monto total a pagar por este concepto.
- Concentrar las deudas en una sola tarjeta, permite también aprovechar los beneficios de fidelización que ofrece, generalmente reflejado en canje de puntos, que se transforman en pesos para rebajarlos en otro producto, o alternativas de canje similares.
- Aproveche los beneficios de comprar en una cuota, ya que esta opción no cobra intereses. Usted puede ganar hasta 45 días de plazo mediante este sistema, pagando sólo los costos de mantención. Por ejemplo, si su fecha de pago es el 30 de cada mes, la empresa factura la cobranza mensual aproximadamente el día 15. Si usted compra el 16 de septiembre, tendrá hasta el 30 de octubre para pagar la cuota, sin intereses de por medio.
Tanto el consumidor como la empresa vendedora son agentes económicos optimizadores, y cada uno buscará su propio beneficio. La empresa gana con el cobro de intereses, por lo que le interesa que el cliente demore en pagar su deuda. En cambio, al consumidor le conviene salir lo más rápido posible de ella, pagando al día y en la menor cantidad de cuotas posibles.
Karin Bravo Fray
Académica de Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián