Integrante del Consejo de Juntas de Vecinos de Alerce
Gladys Espinoza Mesina, presidenta de la población Villa Lahuén de Alerce Sur, representante de los trabajadores de Pro empleo de Alerce es candidata a la Unión Comunal de las Juntas de Vecinos “Reloncaví” de Puerto Montt. A través de este medio entrega su Declaración de Principios.
La Unión Comunal y su inserción en la sociedad:
A la Unión Comunal no debe serle ajeno y menos indiferente los conflictos que cruzan a los trabajadores ya que somos los que vivimos en las poblaciones, a los estudiantes que son nuestros hijos, hermanos o nietos, a la tercera edad que son nuestros vecinos.
La Unión Comunal debe tener una palabra, una opinión ante ello.
Nada dijimos ante la cesantía en la industria salmonera, como tampoco por la educación y el movimiento de los pingüinos ni el grave conflicto mapuche en circunstancias que gran parte de nuestros pobladores es de ascendencia mapuche-hulliche. Y recientemente ante el agravamiento de la cesantía y la intención de terminar con ese empleo precario, y la grandiosa movilización del 26 de octubre en Alerce y Puerto Montt recién pasado, tampoco tuvimos una palabra. He sido parte de un Directorio que arrastró esa grave deficiencia y que es hora de superar.
La Unión Comunal debe representar a las Juntas de Vecinos con los problemas cotidianos de sus asociados y ponerse al frente de sus demandas.
La Cultura:
Se hace necesario desarrollar a otro nivel el trabajo cultural ya que no es sólo entretención, también es educación, formación. Promover con más fuerza en las Juntas de Vecinos la formación de talleres donde todos sin distinción de edad tengan la oportunidad de desarrollar sus talentos.
Establecer convenios con entidades públicas y privadas para este efecto.
La vivienda:
Nuestra principal preocupación en este ámbito debe ser la exigencia a las autoridades de mayor presupuesto para la construcción de viviendas sociales e ir terminando con los campamentos hoy llamados eufemísticamente “aldeas” y el drama de los allegados, principalmente parejas jóvenes. Lo prioritario es el aumento de los subsidios para todos los que lo necesiten sin discriminación.
La Comunicaciones:
Hoy por hoy el papel de las comunicaciones y sus nuevas tecnologías obliga a trabajar en ese sentido ya que el mensaje de la organización debe llegar oportunamente, fuerte y claro a toda la comunidad para lo cual se hace necesario un periódico, boletín o como se llame de la Unión Comunal. Podemos hacer maravillas, pero si nadie lo sabe es poco lo que deja y coloca a la comunidad y a los socios a merced de los derrotistas y destructores de la organización. En este ámbito pueden haber otras alternativas comunicacionales como radio o TV, pero vamos paso a paso. Los pobladores somos capaces de esto y muchas cosas más.
La Juventud:
Un porcentaje no menor de nuestra juventud deambula por nuestras calles y pasajes sin un rumbo fijo observando un destino sin posibilidades de estudio, trabajo estable o estabilidad social y económica cuando son parejas jóvenes. Como Unión Comunal debemos apoyar decididamente todas aquellas acciones que permitan el logro de sus aspiraciones más sentidas a través de un Departamento Juvenil que impulse programas de capacitación laboral y recreación.
La Mujer:
Para todos es sabido que la inmensa mayoría de nuestros dirigentes somos mujeres y que un altísimo porcentaje de los socios activos de nuestras juntas de vecinos también lo son, por lo cual debe ser una preocupación esencial de la Unión Comunal es impulsar planes y programas que aporten a mejorar la calidad de vida de nuestras socias, toda vez que una importante parte de ellas son Jefas de Hogar.
Tercera Edad:
Exigir la habilitación este año del Hogar construido en Alerce que ya lleva varios meses sin uso. Y estudiar la creación de otros pero sin concesionar a privados que se lucran con las necesidades de nuestros abuelitos.
De la Organización:
Se hace urgente una reforma de los Estatutos de la Unión Comunal , de tal modo de superar las contradicciones existentes en su articulado lo que se presta para diversas interpretaciones, según los intereses de cada cual o de grupo.
La democratización de la institución es un proceso permanente. Hay que establecer el voto por listas que agrupen a personas de intereses similares y que se avance en la idea de que lo que se elige es un colectivo de trabajo homogéneo, lo que evita las crisis como la que vivimos y ponga contención a los personalismos que a nada conducen”.