Entre los productos alimentarios en pleno desarrollo destacan el maqui y las mircoalgas. En tanto, la diversificación de especies acuícolas está centrada en palometa, lenguado, corvina y navaja.
El área de negocios, que apunta a la comercialización -principalmente internacional- ofrece semillas de ostra y ostión, así como servicios de bioensayos para empresas de nutrición y laboratorios de la industria de recursos marinos.
El gerente Andrés Barros sostiene que la incorporación de la acuicultura fortalecerá el desarrollo de proyectos de innovación. Además, pretende elevar los centros experimentales a referentes nacionales y mundiales.
Con el fin de potenciar y desarrollar proyectos de innovación que aumenten la competitividad de sectores productivos de Chile, Fundación Chile ha incorporado el sector acuícola dentro de su área de Alimentos y Biotecnología. Su gerente, Andrés Barros, explica que “la inclusión de la acuicultura fortalecerá el desarrollo de proyectos y emprendimientos, dado que existen muchas sinergias al abordar el tema alimentos como un todo. En la actualidad, es necesario ser ágiles y convertirnos en un acelerador de innovación para el sector productivo”.
Fundación Chile implementará una estrategia articuladora en los focos de alimentación saludable, estándares productivos y vida útil, además de la operación propia de dos centros experimentales acuícolas en Tongoy y Quillaipe, y de dos unidades de negocios -Aquadvise y Cultimar- a través de los cuales el área se vincula activamente con el sector productivo.
El gerente de Alimentos y Biotecnología de Fundación Chile sostiene que “el actual escenario adverso que se enfrenta tras la escasez mundial de alimentos causada entre otros factores por la explosión demográfica, el cambio climático y la urbanización, nos obliga a reinventarnos”. El ejecutivo agrega que “los cultivos agrícolas tienen superficies limitadas y, en este sentido, el mar y la acuicultura nos abren un abanico de oportunidades para incrementar la productividad de la industria de alimentos. Además, nos permite acortar las brechas alimenticias, desarrollar y orquestar proyectos que, en la práctica, signifiquen un avance en la competitividad del sector”.
En tanto, en el Centro Experimental Tongoy se están desarrollando proyectos de diversificación de especies como palometa, lenguado, corvina y navaja. Paralelamente, la unidad de negocios Cultimar produce y comercializa semillas de ostra y ostión. Junto con estos centros experimentales destaca la existencia de una unidad de servicios y consultoría centralizados en Santiago. Actualmente, Chile tiene menos capacidad de abastecimiento de alimentos, ante lo cual es urgente el desarrollo de proyectos de I+D. “Nuestro desafío es responder a las necesidades y requerimientos de los distintos sectores productivos. Lo fundamental es potenciar sus ventajas competitivas a través de soluciones innovadoras. Para esto estamos acotando nuestros focos, acercándonos con proyectos al sector privado, y potenciado los centros experimentales, con los que queremos convertirnos en referentes a nivel mundial”, señala el ejecutivo.
El gerente indica que esta fusión es parte de la estrategia articuladora de Fundación Chile, la cual permitirá reunir los distintos ámbitos de acción dentro del sector alimentario nacional, cuyas exportaciones para el país alcanzaron los US$ 14 mil millones en el 2011, lo que representa el 17% del total de los envíos chilenos al extranjero.
