Amara: desde Puerto Varas a los supermercados del mundo
- Comida orgánica para bebés da sus primeros pasos en Estados Unidos y apunta a otros países, sumándose a una tendencia mundial por alimentación saludable para toda la familia.
Claro que para esto fue precisa una tremenda mirada emprendedora, una fuerte dosis de innovación, y el apoyo de Corfo para que Patafoods, la empresa de Puerto Varas que hoy comienza a exportarse al mundo, pudiera dar sus primeros pasos y dar forma a las ideas que un diverso equipo de trabajo amasaba desde hacía un par de años.
LIVIANO Y APETITOSO
La empresa fue fundada por tres socios, reunidos a orillas del lago Llanquihue, pero llegados desde distintas partes del planeta. Fue así como a Christian Boada (chileno), se unieron Vicki Johnson (estadounidense) y Jessica Sturzenegger (suizo-estadounidense), para dar vida a Patafoods. Christian, uno de los fundadores de Patafoods, nos cuenta que un paso clave para la idea fue ganar la convocatoria del Start Up Chile, iniciativa de Corfo que les permitió tener recursos iniciales, “y apoyo para asistir a ferias internacionales en Suiza, Inglaterra y Estados Unidos, y volver a Chile a desarrollar un producto que incluso para éste último país es completamente innovador”, recalca. Fue así como nació Amara, la marca de comida deshidratada para bebés que llamó de inmediato la atención en los mercados por los conceptos que englobaba: materias primas orgánicas, baja huella de carbono, sabores innovadores, presentación atractiva, y facilidad para el transporte y embalaje, fueron las claves para abrir puertas. “Es algo realmente innovador en comida de bebé, no existe algo semejante en alimentos deshidratados. La idea fue hacer un paquete chico que reemplaza el envase grande de plástico o vidrio. Los estudios que hizo nuestro equipo indican que Estados Unidos es un mercado enorme, donde la demanda por este tipo de productos crece a tasa de dos digitos”, comenta Vicki Johnson, empresaria nacida en Estados Unidos pero radicada hace ya largos años en Puerto Varas. A cargo de las recetas y packaging, es una de las entusiastas forjadoras de esta idea ‘apetitosa a los ojos y en sabor’, como asegura.
UN EQUIPO DIVERSO
Trabajando en un antiguo inmueble restaurado, un verdadero ‘galpón del emprendimiento’ en la zona histórica de Puerto Varas, comparten esfuerzos con un equipo multicultural llegado de lugares tan diversos como Francia o Nueva Zelanda. Jessica comenta que comenzaron haciendo un estudio de mercado para comida orgánica de bebé en forma de colados. Llegaron luego a “un formato deshidratado, que mantiene mejor los nutrientes, es más liviano y tiene una menor huella de carbono”, explica. El proyecto fue tomando forma y lentamente se fue abriendo de una idea nacional a un negocio internacional, “siempre con la idea de comida sana y de una empresa en la que la familia puede confiar”, destaca.
Otro aporte importante es el de Jorge Gatica, ingeniero en alimentos que después de formarse en Brasil y Nueva Zelanda echó raíces en tierras sureñas. Su primera tarea al integrarse al equipo, fue “revisar las normas chilenas, toda la legislación de Estados Unidos, partiendo por estandarizar todas las normas de calidad, para después abordar el desafío de la producción. Al principio fue ensayo y error, porque como son productos naturales, no existe nada en los libros para consultar. Entonces, ha sido muy satisfactorio para todo el equipo el resultado que hemos obtenido. Gracias a eso partimos con tres productos y hoy día ya tenemos seis”, comenta sobre su experiencia en Patafoods y los logros alcanzados hasta ahora.
A ellos se suma Pauline Berger, alumna en práctica llegada desde Francia para aprender más sobre su especialización, la industria agroalimentaria. Nos cuenta que su tarea actual es variada, desde apoyar a Jorge con protocolos y producción, hasta generar nuevas ideas de marketing, destacando que gracias a la etapa en que se encuentra Patafoods ha podido aprender de todas las áreas de la empresa. Cuando regrese a tierras europeas deberá realizar otra práctica, esta vez en una empresa francesa, en la que espera aplicar todo lo aprendido.Para la empresa, un hito importante fue la incorporación de Sonia Schiess (chileno-alemana), PHD en nutrición y actual cuarta socia de Patafoods, quien se sumó por su interés en crear comida limpia, sin aditivos y con recetas balanceadas. Sus socios comentan que ha sido una parte integral para asegurar alimento nutritivo para los bebés del mundo.
LOS PASOS DE AMARA
De la mano de este equipo multidisciplinario, Amara ya da sus primeros pasos en mercados internacionales, gracias al trabajo en certificaciones y normas que les permiten ingresar incluso a países musulmanes. Logros como la aprobación de la FDA y la USDA en Estados Unidos, o la certificación orgánica de sus productos, se transformaron además en incentivo para probar con nuevas recetas y segmentos. Fue así como Patafoods recibió recientemente un nuevo apoyo de Corfo, a través del instrumento Prototipos de Innovación Empresarial, traducido en un subsidio para hacer prototipos de productos dirigidos a niños de hasta 12 meses de edad, “lo que significa alimentos con mezclas más completas, y que por lo tanto tienen un nivel de complejidad mayor”, explica Boada.
En paralelo, Amara no deja de crecer, y es así como ya se vende en Amazon, tiendas especializadas y supermercados de Estados Unidos, con buenas proyecciones para llegar a otras latitudes. Según cuentan, ya están recibiendo requerimientos de China, Turquía y Dubai, entre otros países. Christian Boada nos comenta que ve el desarrollo de su empresa como una maratón, y aunque se trata de un camino largo, los primeros pasos ya están dando buenos frutos.