- La iniciativa contó con la participación de dos especialistas extranjeros, quienes relataron sus experiencias y entregaron sus análisis para evitar la violencia y promover la tolerancia al interior de los establecimientos educacionales. Además se socializaron los resultados de de un trabajo realizado al interior del colegio The American School.
Puerto Montt, miércoles 04 de mayo de 2016.- Cerca de 500 personas ligadas al mundo educativo se dieron cita en el Aula Magna de la Universidad San Sebastián donde se efectuó un seminario que instó a la reflexión sobre los desafíos que impone el trabajo de prevención del bullying y la promoción de la diversidad en los colegios.
“Es parte de nuestra labor ser agentes activos de la difusión de temáticas educativas ligadas a combatir la problemática de la agresión o cualquier manifestación de violencia en los colegios o cualquier tipo de establecimiento. Es grato ver tal cantidad de personas, interesadas por desarrollar e implementar metodologías y estrategias para construir ambientes más favorables para el aprendizaje y la convivencia escolar”, destacó José Guillermo Leay, vicerrector de la USS en su Sede De la Patagonia.
Experiencia Australiana
En este contexto, la especialista Susan Gannon –académica invitada de la Universidad de Western, Australia – destacó la importancia de estrategias orientadas a la promoción de conceptos como la tolerancia o la diversidad.
Bajo este escenario, Gannon indicó que resulta esencial la colaboración entre investigadores y profesores de diferentes lugares. Asimismo, para consolidar una inclusión sólida, se requiere el reconocimiento de factores socioculturales y políticas públicas, además de tiempo, compromiso y recursos. En materia de formación docente, la experta abogó por una reestructuración del currículum y la pedagogía, asegurando que los profesores requieren de mentorías de alta calidad.
Por su parte, el Doctor de la Universidad de Sydney (Australia) Roberto Parada, centró su ponencia en el fenómeno del bullying en los entornos educativos, abordando sus aspectos más fundamentales. Al respecto, Parada coincidió en que para reforzar el trabajo del área se necesita tener mayor acceso a recursos, y no precisamente de orden monetario; más bien recursos humanos e intelectuales.
De igual manera, el ambiente educativo debe fortalecer las competencias sociales y emocionales con el fin de lograr relaciones de apoyo entre docentes y estudiantes, lo cual estimularía una comunicación abierta, además de ser una manera positiva para la resolución de conflictos.
Para el especialista, es necesario que las normas, valores y políticas escolares pongan énfasis en el respeto por los demás, pues una de las diferencias que él ha detectado del sistema educativo chileno es que cuando una persona no logra comprender una materia, inmediatamente se le culpa por ello. “Yo encuentro que aquí (en Chile), la gente que no puede, se le culpa. Como si fuese culpa de ellos que no pueden. Eso es bien distinto en Australia. Cuando la gente no puede, la mentalidad es que hay algo que necesitan, que no se le está dando, que le tenemos que dar para que así puedan. Si eso se puede cambiar, sería un triunfo, porque en vez de culpar a la víctima, estamos apoyando a que ellos dejen ese rol de víctima y puedan aportar a su colegio y su país”, destacó.
Intervención Local
En la oportunidad, la psicóloga de la Universidad San Sebastián, Carmen Birke, se presentó junto a la directora del Colegio The American School de Puerto Montt, María del Carmen Urquhart.
Ambas, dieron a conocer los resultados de una intervención que se desarrolló en el contexto de convivencia escolar desde 2010 hasta el año pasado.
Su resultados son positivos. Destacables son puntos como la frecuencia de agresiones que en el rango de “una o dos veces a la semana” registró un 56% el 2010, mientras que al año pasado se observó un cambio favorable en las respuestas, alcanzando el rango de “rara vez” en un 80%.
Además, entre 2010 y 2015 hubo un descenso importante en la percepción de insultos y amenazas al interior del establecimiento, marcando de un 56% a un 20%, respectivamente.
La intervención, que abordó otras múltiples aristas del área, reveló que en la actualidad existe una mayor tendencia a tomar conciencia de la importancia de la buena convivencia escolar y del papel protagónico que adquieren los espectadores pasivos en el cambio de la dinámica de sus cursos.
Sin embargo, desde el 2014 se desarrolla un estudio del efecto de ingreso de nuevos estudiantes, procedentes de otras regiones del país o el extranjero, el cual reveló que estos tienden a presentar un perfil de víctimas, percibiéndose –por parte de los niños del curso- que ellos son reiteradamente molestados. Esto abrirá nuevas líneas de investigación y desarrollo de estrategias de aceptación y tolerancia escolar.