- Ante el aumento del registro que la NASA y estudiosos del espacio dan a conocer sobre la generación de tormentas solares que podrían dirigirse a la tierra, el académico de la Facultad de Ciencia de la Usach, Dr. Norman Cruz, explicó que mayores efectos se verán en las comunicaciones.
Los daños sin precedentes que pueden causar las tormentas solares no se deben, actualmente, a la potencia de las mismas, sino “a que nuestra civilización utiliza extensivamente sistemas energéticos y de comunicaciones basados en la electricidad”, según explica el especialista en relatividad general y cosmología de la Universidad de Santiago, Dr. Norman Cruz.
Según el académico del Departamento de Física de la Usach el pronóstico asociado a que el sol entrará a una máxima actividad en 2013 responde al peak normal alcanzado en cada periodo, “en este sentido no hay un cambio de fase, sino que es parte de lo que ocurre en estos ciclos”, asegura.
Un ciclo solar es un período de aproximadamente 11 años en que el sol experimenta variaciones en su actividad energética, y estas tormentas aumentan en momentos específicos de cada ciclo solar.
El académico puntualiza que las tormentas solares se generan en “regiones muy activas debido a los campos magnéticos presentes en el sol”, los que se producen alrededor de las manchas solares, donde hay “explosiones que generan emisiones de radiación electromagnética, eyecciones de masa de la corona solar y algunos elementos más pesados (plasma solar)”. Es este material el que “sale expelido a grandes velocidades, llega al resto del sistema solar y, por supuesto, a la Tierra”, constituyendo lo que es conocido como una tormenta solar.
Efectos en la tierra
Cuando una tormenta solar toca la tierra influye en el funcionamiento de los aparatos de comunicación, ya que las partículas cargadas que llegan desde el sol producen una perturbación temporal de la magnetósfera terrestre; ésta actúa como un escudo protector del planeta, modificando las corrientes eléctricas en la ionósfera, interfiriendo en las comunicaciones y afectando a sistemas como los GPS, entre otros.
Según explicó el doctor Norman Cruz, aún hay un conocimiento impreciso respecto a las tormentas solares que afectan directamente a la tierra y su predicción, y aunque existen métodos que proporcionan la ubicación y tiempo de aparición de manchas solares, que a su vez permiten detectar este tipo de tormentas con días de anticipación, recién en 2017 la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará al espacio la misión Solar Orbiter que permitirá ver los polos del sol desde un plano en el que orbitan todos los planetas.
“Con este satélite se estará más cerca que nunca del Sol, lo que permitirá trazar las tormentas que en él se producen y poder decir de qué explosión solar proceden las partículas que llegan a la Tierra”, afirma el académico de la Universidad de Santiago.
El ciclo solar actual que vive el sol es considerado el número 24, y según se indica es entre 30 y 50 % más potente que el anterior. Norman Cruz concluye que los efectos de este fenómeno, son muy leves sobre el clima global, y la influencia más importante será sobre las comunicaciones.
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