Fuente: radiodelmar.cl
Vicepresidente de la Soc. Chilena de Cs. del Mar
- Matar Lobos Marinos es “una muestra más de la arrogancia del hombre de creerse dueño de la naturaleza y no parte de ella”, afirmó el Biólogo Marino y académico Eduardo Tarifeño, y agrego que “el problema se crea porque no se entiende o no se quiere entender que la acción depredadora del hombre sobre los recursos marinos, es ajena a la forma cómo en los ecosistemas marinos y terrestres se establecen las relaciones naturales entre las especies, como resultado de miles de años de interacciones en las cuales el hombre no ha formado parte”.
FIRMA CONTRA LA MATANZA DE LOBOS MARINOS Y HAZTE PROTAGONISTA DE LA DEFENSA DEL MAR
09 de Noviembre de 2011. (Ecoceanos News)-- El académico y biologo Marino Eduardo Tarifeño se sumó a la campaña "S.O.S. Lobos Marinos" y afirmó que "el problema enunciado (de interacción con actividades productivas) es una competencia entre depredadores, donde los lobos marinos por ser partes naturales de las tramas tróficas marinas, llevan las de ganar. Hay que aprender a convivir con ellos, no eliminarlos
Santiago, 09 de noviembre de 2011. (Ecoceanos News)-- Eduardo Tarifeño Silva, biólogo marino, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Ciencias del Mar, adhirió a la campaña “SOS Lobos Marinos” en contra del plan de entrega de cuota de matanza de estos mamíferos marinos, que elabora el Ministerio de Economía.
Para el investigador el “daño” que significarían los lobos marinos para la pesca artesanal y el cultivo de los salmones, no justifica “las propuestas de permitir la matanza masiva de los lobos para controlar su población, pasando por alto la ley que lo impide, o a través de supuestas “pescas de investigación” que según la Ley General de Pesca y Acuicultura no tienen como objetivo la extracción masiva de recursos marinos”.
“El problema se crea porque no se entiende o no se quiere entender que la acción depredadora del hombre sobre los recursos marinos, es ajena a la forma cómo en los ecosistemas marinos y terrestres se establecen las relaciones naturales entre las especies, como resultado de miles de años de interacciones en las cuales el hombre no ha formado parte”, afirmó Tarifeño.
El investigador del Departamento de Zoología de la Universidad de Concepción explicó que “en todos los ecosistemas marinos hay complejas redes o tramas trófica, en las cuales ocurre un flujo de energía desde los niveles más bajos, constituidos por lo general por organismos vegetales hasta los niveles superiores, como peces y mamíferos marinos, donde se ubican los depredadores topes cuya actividad alimentaria mantiene la estructura de las redes o tramas tróficas que están bajo su dominio”.
“En otras palabras, la energía solar que llega hasta la superficie de los océanos es captado por el fitoplancton (microorganismos vegetales) que sirve de alimentos a los peces fitoplanctófagos (e.g., anchovetas) los que son capturado por peces carnívoros (e.g. merluzas) que pueden servir de alimento a otros animales carnívoros (e.g., jibias) que finalmente sirven de alimentos al depredador tope de la trama trófica (e.g. cachalotes). Todas estas relaciones están balanceadas armónicamente de tal modo que alteraciones inesperadas (e.g. la acción del hombre) produce un desequilibrio o reacomodación de las tramas tróficas”, detalló Eduardo Tarifeño.
El especialista advirtió que “en el caso específico que nos preocupa, los lobos marinos son parte de los depredadores topes y como tales siempre estarán buscando alimentos para cumplir con la ley natural de crecer y reproducirse, y las merluzas y los salmones son alimentos que le entregan los requerimientos energéticos y metabólicos necesarios para ello. Por lo tanto, es natural que los lobos marinos dentro de sus estrategias de optimización energética (gastar lo menos posible en buscar alimento para tener el máximo de energía para crecimiento y reproducción) compitan con la pesca artesanal por el mismo recurso: las merluzas”.
“Además, los lobos son mamíferos marinos de gran inteligencia y capacidad de aprendizaje, por lo que siempre encontrarán la manera de acceder a los recursos que les interesan. El pretender disminuir los daños con matanzas masivas es una muestra más de la arrogancia del hombre de creerse dueño de la naturaleza y no parte de ella. El problema enunciado es una competencia entre depredadores, donde los lobos marinos por ser partes naturales de las tramas tróficas marinas, llevan las de ganar. Hay que aprender a convivir con ellos, no eliminarlos”, señaló Eduardo tarifeño, quien además es Titular del Consejo Nacional de Pesca.