por Lucio Kries Figueredo
Economista Universidad San Sebastián
Existe bastante coincidencia en la moderación de las expectativas de crecimiento para los próximos meses y para el próximo año dado el contexto económico actual tanto doméstico como internacional.
Distintas fuentes coindicen en que el crecimiento para nuestro país durante el 2011 se situará en torno al 6%. La estimación del Banco Central para el caso doméstico está entre el 6,25% y el 6,75%, mientras que en el caso mundial lo ubica en torno al 3,9%. Podríamos decir que el año 2011 se ve bastante bien reflejado en estas cifras.
No podemos asegurar lo mismo respecto al año 2012, pues existe incertidumbre fundada respecto a los caminos que finalmente pueda presentar la situación mundial dependiendo del comportamiento de las principales economías.
En efecto, según el Banco Central para el 2102 a nivel mundial se proyecta un crecimiento de un 4% mientras que en el caso chileno se adelanta un 4,25%. Sin embargo aún no se despeja el rumbo que tomarán las economías desarrolladas ni la situación de la eurozona y Asia. Aquí las opiniones están divididas. Algunos sostienen que habrá recesión y otros analistas piensan que la situación se superará.
En cualquier caso lo relevante para Chile es prever el comportamiento que tendrán las economías socias. En ese sentido, se vislumbra un crecimiento de un 8% para China que, aunque por debajo de lo histórico, resulta relevante. Por otro lado, el flujo de capitales ha ido transitando hacia las economías de países emergentes, pues las tasas de interés de largo plazo de las economías desarrolladas están en su nivel histórico más bajo.
Ergo, resulta atractivo redirigir flujos de inversión hacia países que han exhibido un comportamiento como la economía chilena. Con esto, sumado a la mayor diversificación de mercados con los que cuenta Chile hoy, cobra sentido lo que las autoridades han señalado: nos encontramos en buen pie para enfrentar una posible recesión mundial, aunque no blindados.
