"Monja, salvaje, barroca, gozadora y penitente, ávida de conocimiento, rupturista consuetudinaria, deseosa de libertad, atada a los seres queridos vivos y muertos" es la complejidad de Carmen Beuchat, ícono nacional de la danza contemporánea, que describe de Paula Tapia, profesora de danza en el prólogo de ‘Carmen Beuchat: Modernismo y Vanguardia’ (Jennifer McColl Crozier, 2010, Ed. Cuarto Propio) libro que escribe la vida de Beuchat como bailarina y coreógrafa, en Santiago, Nueva York y Valparaíso, además siendo un texto claro sobre la dificultosa gestión de a producción de danza contemporánea en Chile, que recién en la última década logra mostrar un desarrollo que permite conocer y valorar la riqueza de esta expresión.
La danza, como muchas de las expresiones artísticas en Chile, tiene en común el énfasis en un desarrollo de un modelo academicista, metodológicamente conservador, y de una validación de los elementos eminentemente formales en su producción y sobre todo en su difusión. Es un sector de la producción artística en que su resultado en términos de gestión termina siendo rigurosamente endogámico y elitista, tradicionalista.
Por ello la relevancia del gesto que produce Carmen Beuchat, artista que no solo no ha buscado él éxito fácil y efectista, sino que ha puesto el acento en la investigación, la enseñanza y la experimentación. En la elongación de los lenguajes expresivos en la danza nacional y mundial.
Ella es parte del surgimiento de la danza de vanguardia en el arte contemporáneo, desarrollando una obra acompañada de personajes como Merce Cunningham, Trisha Brown, trabajando años como apoyo al artista visual Robert Rauschenberg, siendo durante 10 años parte de su equipo de producción.
Desde su regreso a Chile su compromiso con el desarrollo de vertientes comprometidas con la posibilidad de expresión de las jóvenes generaciones es incesante, y el reconocimiento entre sus partes en innegable.
La belleza que genera el ejercicio de abstracción de la danza contemporánea tiene en las coreografías de Beuchat una de las más enriquecedoras experiencias de conocer sobre el hacer de la danza hoy en Chile, cuando la sobreabundancia de las expresiones clásicas y romanticonas saturan de lugares comunes y tedio a lo que podemos observar, sobre todo en regiones.
"Aunque ha recibido premios aislados, no existe una colaboración permanente a la importante labor que ha llevado a cabo, donde ha puesto toda su trayectoria y experiencia al servicio del desarrollo, crecimiento y difusión de la danza en Chile", concluye McColl.
“Especie Sola” es una puesta en escena interdisciplinaria que integra danza, música y un ambiente lumínico que construye un paisaje cambiante, de interrelación humano/animal, conceptos constantes en la obra de la coreógrafa, y que se presenta en el Teatro Diego Rivera el jueves 29 de septiembre a las 19.30 horas, con entrada general a $2.000 pesos y estudiantes y tercera edad a $1.000 pesos.
Iván Cárdenas G. Territorios: Asesorías y Gestión Cultural
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