Entregaron conclusiones de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) 2010- 2011
La desaparición del hábito de “cenar”, así como el escaso consumo de pescado, y el amplio consumo de pan son algunas de las conclusiones que arrojó la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) 2010- 2011, y que esta mañana fueron presentados por la seremi de Salud, Mónica Winkler.
El objetivo del estudio es actualizar la información y los datos sobre conductas y hábitos alimentarios en el país, ya que el anterior estudio se realizó hace 35 años, época en que la desnutrición y la mortalidad infantil presentaban el perfil típico de un país subdesarrollado.
El estudio se dividió en macrozonas, donde la Región de Los Lagos fue parte de la zona sur junto a las regiones de Aysén y Magallanes, y donde se entrevistó a un total de 570 personas (480 de zonas urbanas y 60 de zonas rurales), informó la seremi de Salud, Mónica Winkler quien destacó el aporte del estudio para “el trabajo importante en políticas públicas acordes a la realidad de nuestro entorno, para intervenir por ejemplo desde promoción de salud”, dijo.
¿Qué dijo la encuesta?
En la región -así como en todo el país- el tradicional esquema de cuatro comidas diarias ha desaparecido de la cultura nutricional. Ahora, son sólo tres las comidas principales, ya que la cena se reemplazó por una once, que se consume a una hora similar y que incluye, al igual que el desayuno, té, café o leche con pan y algún acompañamiento.
“Sólo un 29% del total de los entrevistados declaró cenar, mientras que un 81% declara tomar once entre los horarios de 18.00 a 20.00 horas, situación que se observa transversalmente en todos los estratos económicos” explicó la seremi Mónica Winkler.
Otras de las conclusiones que arroja el estudio es que existe un alto consumo de pan, destacando que la zona con mayor consumo es la sur con 167 gramos/día.
Un dato negativo, dijo la seremi de Salud, es la constatación de que en la macrozona sur “la proporción de consumo de pescado es menor al promedio. De hecho el pescado, que es uno de los elementos que recomendamos en nuestras guías alimentarias, se constata que sólo un 17% de las personas lo consume semanalmente. A esto hay que agregar una gradiente social, ya que a mayor nivel socioeconómico más consumo de pescado, mientras que en los estratos más bajos no supera el 10 % su consumo”, explicó.
Con los lácteos se observa la misma gradiente social, “a mayor nivel socioeconómico mayor consumo de lácteos”, dijo Mónica Winkler agregando que la gradiente social se observa también en que “un 31 % de las personas que son de estratos bajos consumen más de 110 % de las recomendaciones calóricas que se entregan a cada día”.
En relación a la residencia en el sur el principal problema tiene relación con las grasas saturadas, “tenemos el mayor consumo de grasas saturadas”, agregó la seremi.
Un dato positivo, informó Mónica Winkler, es que como país se esta consumiendo más verdura de lo que esperábamos.