- En la ocasión se dieron a conocer los resultados del Catastro de Establecimientos de Larga Estadía en Chile 2008.
- Trato digno y cálido, apoyo en materia de salud, personal capacitado, espacios físicos apropiados y participación de la familia en las actividades que se organizan, son algunos de los aspectos claves para tener en cuenta al momento de elegir un establecimiento para personas mayores.
En la actualidad, el panorama demográfico a nivel mundial revela un progresivo envejecimiento poblacional, realidad de la cual Chile no está exento. Es precisamente esta situación la que significa nuevas demandas y desafíos desde ese sector hacia las políticas sociales.
Uno de los grandes retos que esta situación implica, se refiere al mejoramiento de la calidad de servicio que ofrecen los hogares de larga estadía para adultos mayores. Un estudio encargado por el Servicio Nacional del Adulto Mayor, SENAMA, reveló que en nuestro país no existe un registro con el número de establecimientos de este tipo y de la población atendida por éstos.
Es por esto que SENAMA realizara el Seminario “Cuidados de Largo Plazo en Establecimientos de Larga Estadía”, que estuvo encabezado por la directora Nacional de SENAMA, Paula Forttes , el Gobernador de la provincia de Llanquihue, Oscar Valenzuela Meza y el coordinador Regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor en la región de los Lagos, Carlos Jimenez Carrasco.
La actividad, que se enmarca en las celebraciones de Octubre, Mes de los Grandes, contó con la presencia del destacado médico geriatra y experto español Miguel Ángel Vásquez, quien expuso sobre Buenas Prácticas de Administración y Normativa de Establecimientos de Larga Estadía (ELES).
De acuerdo a una estimación estadística en base a datos del Censo 2002, habría en el país un total de 1.668 hogares. De estos, 16 residencias estarían ubicadas en la Región de Los Lagos.
Algunos de estos establecimientos constituyen espacios de acogida transitorios. Otros en tanto, son lugares de alojamiento y cuidado permanente, por lo tanto es necesario incorporar la heterogeneidad de necesidades de la población adulta mayor.
Un establecimiento para personas mayores debe tener ciertas características indicadoras de calidad, como contar con una dirección con capacidad de conducción, una estrategia organizacional desarrollada, con definiciones claras de la misión, visión y planificación, un sistema de gestión y administración de recursos financieros, una clara orientación al usuario y a la integración social, además de la capacidad de mantenimiento del espacio físico.
Al momento de plantear una política de aseguramiento de calidad de estos establecimientos, es necesario considerar el tipo de adulto mayor que se atiende (autovalente, semivalente, postrado) y el precio que la institución cobra por sus servicios.
De acuerdo al estudio, en la medida que decrece el nivel de valencia de los adultos mayores que atienden, aumentan su precio mensual promedio máximo y mínimo.
Un dato preocupante son las falencias en el nivel de formación o calificación de gran parte de los funcionarios que trabajan en dichas instituciones.
En términos de los requisitos mínimos que exigen dentro de los establecimientos, un 8% de ellos solo exige enseñanza básica completa y un 37% solo pide enseñanza media completa. Sin embargo la mayor parte de los establecimientos (53%) exige poseer al menos estudios técnicos en el tema del adulto mayor para poder trabajar en contacto directo con ellos.
Cabe señalar que se observa que en la medida que aumenta el monto de dinero mensual cobrado aumentan los requisitos mínimos exigidos a sus funcionarios.
A pesar de estas falencias, solo un 11,7% de los hogares ha usado en el último tiempo la franquicia tributaria SENCE para capacitar a su personal, lo que indica una baja preocupación por la capacitación del personal.
Con respecto a la planificación estratégica sólo un 38,2% de los hogares encuestados declaró poseer una misión y visión escrita y un 37,5% señaló poseer un programa escrito de actividades mensuales para los adultos mayores.
Además se observa carencia de planificación de actividades a realizar con las personas mayores. En la mayoría de los casos solo hay un horario que indica las comidas y las horas de levantada y acostada. En algunos casos hay una pauta médica por cada adulto mayor, que indica lineamientos de alimentación y horarios de medicamentos. Parece primar un concepto de institución tipo clínica de reposo donde está presente la idea de que las personas mayores no pueden hacer nada.
La baja disponibilidad del recurso humano requerido, constituye uno de los puntos preocupantes dentro de este tipo de establecimientos.
Otra de las debilidades se refiere a la dimensión de espacio físico e infraestructura, que aparece como uno de los temas pendientes, que es necesario desarrollar y fortalecer para mejorar la calidad de los hogares.
La importancia de la familia
En general los encargados de las instituciones señalan que los familiares de los adultos mayores, mayoritariamente preguntan y se interesan por la atención que sus familiares reciben (81,4%) y los visitan regularmente (78,8%). Esto se hace más común en aquellos hogares donde la mensualidad es más alta.
A nivel comparativo se observa que en los establecimientos con mayor número de adultos mayores, las visitas tienden a ser más distanciadas. Esta tendencia se comparte para aquellos hogares que atienden primordialmente adultos mayores postrados.
Sin embargo, la satisfacción de los usuarios más que medirse, se percibe de manera indirecta, en las conversaciones diarias y en la apreciación del estado de salud general, sin existir instrumentos que permitan hacer mediciones sistemáticas.
En varios de los ELEAM encuestados existen libros de reclamos y sugerencias, con el fin de que los familiares de los residentes puedan plasmar sus inquietudes.
De manera general es posible observar como los hogares de mayor tamaño, los que se encuentran en el tramo de mensualidad más costoso y los que atienden predominantemente a personas mayores autovalentes, tienden a tener un mayor nivel de calidad.
Lo primordial al institucionalizar a un adulto mayor es verificar que la institución en la que residirá le brinde un trato digno, cálido y personalizado. Además debe contar con un adecuado apoyo de salud y con personal que posea ciertas competencias técnicas específicas para el trabajo con personas que pertenecen a este rango etario. Asimismo debe preocuparse de la correcta higiene ambiental y de que los espacios físicos impidan el hacinamiento y permitan una estadía cómoda.
Para más antecedentes:
Claudia Bastidas
Encargada de Comunicaciones
Servicio Nacional del Adulto Mayor
F: (2) 5853531/ 8-7689279
cbastidas@senama.gov.cl
Macarena Moreno
Periodista
Servicio Nacional del Adulto Mayor
F: (2) 5853532/ 9-4334740
mmoreno@senama.gov.cl