La eliminación del tributo conocido como impuesto al divorcio facilitará los acuerdos entre las partes, lo que se traducirá en facilidades para iniciar nuevos proyectos personales o familiares, y evitará situaciones más engorrosas a las personas involucradas en ese tipo de contingencias.
Tal observación fue hecha por la secretaria regional de Gobierno, Paula Olave, al analizar la ley 20.239, despachada por el Congreso en diciembre y que ya fue promulgada por la Presidenta de la República, por lo que está próxima a entrar en vigencia.
“Partiendo de la base que el divorcio ya es una situación desafortunada y dolorosa, que nadie busca, esta ley facilita los acuerdos entre las partes afectadas, toda vez que libera de tributación a las compensaciones económicas convenidas o determinadas por ley a favor de uno de los cónyuges”, expresó la seremi de Gobierno.
Al respecto puntualizó que “esto reviste gran importancia por cuanto antes sólo una sentencia judicial podía fijar compensaciones económicas libres de impuestos, lo que obviamente inducía muchas veces a judicializar el problema y al mismo tiempo reducía dichas compensaciones, todo lo cual hacía más compleja y conflictiva la situación”.
Por último, Paula Olave consideró trascendente también que la compensación económica, como institución creada en la nueva ley de matrimonio civil, reconoce el trabajo doméstico que mayoritariamente realizan las mujeres.
Secretaría Regional de Gobierno (06-02-2008)