por Patricio Catalán
Jefe Provincial de Educación de Llanquihue
Para la gran mayoría de las personas poder leer este artículo es algo habitual, casi cotidiano y sencillo, sin embargo, para una gran cantidad de chilenos la realidad es muy distinta. El CENSO 2002 arrojó como implacable estadística que alrededor de un millón de personas, mayores de 15 años, tiene 3 años de escolaridad o menos, es decir, enfrentan un panorama adverso que no les permite integrarse a una sociedad distante, que además avanza en términos de capacitación y tecnología a pasos agigantados.
La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional CASEN, realizada por MIDEPLAN, entrega información vinculada a la realidad de los hogares y de la población, especialmente de aquella en situación de pobreza y de grupos definidos como prioritarios por la política social, con relación a aspectos demográficos, de educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos. Según este instrumento de medición, en la Región de Los Lagos, de un total de 618 mil personas mayores de 15 años, existen más de 32 mil que no saben leer ni escribir.
Frente a tal escenario el Ministerio de Educación ha demostrado -permanentemente- su preocupación, implementando la modalidad de Educación de Adultos, que ofrece la oportunidad de iniciar o completar estudios de educación básica y/o media, con el propósito de contribuir al avance sistematizado del aprendizaje, brindando mejores oportunidades laborales y personales a quienes optan por esta alternativa formativa.
Actualmente, un porcentaje no menor de la población chilena no posee escolaridad, o cuenta con escolaridad incompleta, por lo que el Mineduc ha redoblado sus esfuerzos con el propósito de elevar los niveles de conocimientos y competencias de quienes más lo necesitan, y de esta manera, apoyarlos a enfrentar de mejor forma el mundo, tanto en el ámbito laboral como familiar.
Es justamente hacia ese segmento que está dirigida la campaña de alfabetización “Contigo Aprendo”, promoviendo una segunda oportunidad para esta inmensa cantidad de chilenas y chilenos, que no pudieron cumplir su primer nivel básico, mediante los procesos de educación formal.
Como responsables de la educación a nivel país, nuestros focos de acción están dirigidos a potenciar el desarrollo cultural, social y productivo. Dentro de los principales desafíos pretendemos incrementar sistemáticamente los estándares de alfabetización, escolaridad básica y media, especialmente de los sectores más vulnerables. El gobierno del Presidente Sebastián Piñera ha enfatizado su preocupación en dicha materia, lo que ha posibilitado certificar a más de 400 adultos, pertenecientes a la provincia de Llanquihue, con competencias escolares correspondientes al cuarto año de enseñanza básica durante el año 2011.
La educación es el activo más importante que uno puede tener, lo que se estudia o conoce no se pierde y se debe mejorar día a día. Para el Ministerio de Educación la alfabetización de adultos es un incentivo cotidiano, y al mismo tiempo, una gran satisfacción. Hoy, después de un arduo trabajo y esfuerzo compartido, podemos observar a tantas personas que se abren a un nuevo mundo, mejorando su autoestima y comenzando a forjar nuevos horizontes para superar la gran brecha social existente.
De una forma u otra, todos somos responsables de potenciar los niveles de aprendizaje y la formación continua a lo largo de la vida, como condición indispensable para crecer como sociedad y así, acceder a mejores posibilidades personales y profesionales. Nunca es tarde para comenzar a aprender.
