por Carlos Ignacio Kuschel
Senador Décima Región de Los Lagos
En Chile hemos alcanzados un punto de inflexión económico y social y estamos a punto de ser un país desarrollado. De hecho, ya tenemos muchas características de país desarrollado.
Pero en una sociedad los tiempos, los ritmos, los ciclos no tienen el mismo compás ni armonía.
2012 es un año de elecciones municipales y tal vez regionales con mucha iniciativas individuales y personales en desmedro de iniciativas colectivas y generales.
A mi parecer el gran capital institucional, el sistema de funcionamiento económico y social es menospreciado plañideramente sin mayor análisis ni responsabilidad en circunstancias de que está empezando a entregar los frutos que desde otros países nos admiran.
Nuestro crecimiento económico nos provee de recursos para encausar ahora muchas aspiraciones que se habían postergado por décadas.
El tiempo nos ha permitido con perseverancia acopiar un gran capital humano de personas jóvenes muy capacitadas de alto rendimiento que se hacen cargo del acervo de capital social y nacional que ya es bastante en nuestro país.
Pero los tiempos políticos están establecidos. A fines de 2013 tenemos elecciones parlamentarias y presidenciales. Desde ya dentro del Gobierno y en las oposiciones parlamentarias y extraparlamentarias ya tenemos candidatos para todos los cargos.
Esto tiene a mi juicio más ventajas que desventajas, pero entre estas últimas ya se dificultan o impiden los acuerdos apropiados y oportunos, especialmente en temas que tienen que ser técnicos, pero que se les contaminará como políticos perdiendo el enfoque apropiado.
Nuestro esfuerzo tendrá que ser separar la paja del trigo.