La inauguración de la muestra se llevará a cabo el próximo 15 de Noviembre en La Casa de Arte Diego Rivera, ubicado en Quillota 116, esquina Antonio Varas a las 19:00 PM Sala Multiuso 2º Piso, y contará entre sus piezas principales con la maqueta de La Moneda Bombardeada, una interpretación que realiza la diseñadora nacional Julieta Cruz Miralles en la necesidad de aportar desde el patrimonio arquitectónico, recreando el estado en que quedó La Moneda tras el bombardeo ,la cual será expuesta en conjunto un texto del historiador Juan Manuel Martínez, un tríptico fotográfico y un documental realizado por el fotógrafo y cineasta Andrés Cruz ,estas obras contienen un registro visual del viaje e itinerancia de la obra desde Puerto Montt hacia Santiago registrando testimonios de vivencias y miradas de los ciudadanos, convirtiéndose de esta manera en documento para la ciudad y su historia.
Es de nuestro mayor interés contar con la asistencia de periodistas, comunicadores, organizaciones de prensa, medios de comunicación y personas interesadas en nuestra propuesta, y los invitamos a participar de forma activa en la inauguración y difusión de la misma, con el objeto de conseguir el impacto deseado en el público.
También queremos agradecer a las diferentes entidades públicas y privadas que auspiciaron y colaboraron apoyando nuestra labor, entre los cuales se encuentran: Municipalidad de Puerto Montt, Productora La Negra, Consejo Nacional de La Cultura y las Artes de la Región de Los Lagos, Fundación Salvador Allende, Libélula Producciones, Galería Schneider, Instituto de la Comunicación e Imagen U. de Chile, Galafotografía y personas que en forma anónima apoyaron y creyeron en esta propuesta.
Para cualquier información adicional, comentario o información general, pueden comunicarse directamente al correo electrónico de Julieta Cruz Miralles y Andrés Cruz: julietacruzm@gmail.com.
“A 40 años, La Moneda desde el Sur”
Este proyecto nace de emociones adolescentes, como un acto íntimo de encuentro y sanación personal con los hechos vividos hace 40 años.
Hoy he querido, en un sentido simbólico, reconstruir desde la mirada del patrimonio y aportar así desde ese hecho histórico con la reconstrucción de La Moneda Bombardeada.
Rehacerla para recordar, sobre todo preservarla en la memoria de las futuras generaciones y poder acudir a ese triste instante en el que se destruye un icono republicano con las consecuencias conocidas.
Mi primer anhelo fue hacerla y llevarla a La Moneda actual y así cerrar un ciclo emocional. Para ello necesité revisar fotos, videos, lecturas, lo cual me significó entrar en la historia y revivir los dolorosos y traumáticos hechos, cayéndoseme las lagrimas muchas veces al tratar de entender como fue posible tanta barbarie entre hermanos de un mismo país, mi país, Chile!
En mi proceso solitario, en la intimidad de mi taller, fueron sucediendo cosas, sin esperarlo se fueron sumando mis cercanos, amigos, hasta transformarse en un colectivo tejido amorosamente con la mirada de cada persona que la vio.
Las palabras de agradecimientos, los particulares y dolorosos recuerdos e historias vividas por esas personas, me ayudaron a cerrar un proceso personal...
¡¡¡Y así, llegué con mi Moneda a Santiago, el día en que se conmemoraban los 40 años del Golpe Militar!!
JULIETA CRUZ MIRALLES
PERIFERIA + PODER + MEMORIA
En 1805, siendo Gobernador del Reino de Chile, Luis Muñoz de Guzmán y bajo la Superintendencia de Joseph Santiago Portales, se trasladaron los talleres de acuñación y las oficinas de la Casa de Moneda al edificio que comenzó a construir el arquitecto italiano Joaquín Toesca en 1784. Era el edificio más imponente de la ciudad, una fábrica para acuñar monedas de oro y plata con la imagen y emblemas del monarca hispánico y de su imperio.
En esta época, Chile era un territorio de la periferia del imperio español, y Santiago, denominado del Nuevo Extremo, era una ciudad que no podía rivalizar con las grandes urbes virreinales. Territorio y ciudad al extremo austral del imperio. No obstante el edificio mostraba el espíritu ilustrado de los Borbones, la dinastía gobernante, que tenía una clara inclinación por las obras monumentales.
Después de la independencia, este edificio se convirtió en sede del gobierno, transformándose en el Palacio de la Moneda, centro del poder político de una nueva nación. Pero el Palacio en el siglo XX, como referente ya no solo de un poder político de un grupo, sino de la representación popular fue bombardeado el 11 de septiembre de 1973, desatando el ciclo temporal más trágico de la historia de Chile, la dictadura cívica-militar. 40 años después, en el sur de Chile, Julieta Cruz Miralles, realiza una maqueta de la Moneda bombardeada, mostrando la institucionalidad chilena bombardeada, una historia quebrada a través de un ejercicio plástico replicante.
Para Julieta, este proyecto es una manera de restablecer la memoria golpeada después de cuatro decenios. Se construye desde la periferia, así como Toesca, su arquitecto, que debió viajar miles de kilómetros para construirla en este extremo del mundo. Julieta construye esta maqueta en el fin del mundo, dando cuenta de un testimonio personal. La maqueta viaja por el sur y se encuentra con la gente, activando la memoria a través de un “icono republicano”, que ha colonizado el inconsciente colectivo nacional. Es un doble itinerario de la periferia, de una historia, de una memoria y un territorio periférico.
Finalmente, la Moneda llega a la Moneda el 11 de septiembre del 2013. La maqueta se enfrenta con su original, portadora de una ciudadanía periférica, pero con memoria. En un ejercicio de recuperación, más bien de sanación después de una tragedia.
JUAN MANUEL MARTÍNEZ
HISTORIADOR DEL ARTE