Raúl Guzmán de 47 años de edad sería el típico esforzado y comprometido paramédico de posta rural que está en la Región de Aysén atendiendo diariamente en estas asilados meridianos a los cientos de aiseninos y aiseninas que con su esfuerzo y trabajo hacen patria en cada uno de los puntos de la región, sin embargo, este funcionario del Servicio de Salud Aysén con asentamiento en Villa La Tapera, comuna de Lago verde, escapa de lo común gracias a una afición que le ha llevado a comunicarse con altos funcionarios de la Moneda, Investigaciones y otros personajes de gran notoriedad nacional. Raúl Guzmán es un escritor y columnista autodidacta, inspirado en episodios nacionales de hechos que como él mismo indica son de “connotación pública”.
“A mí un amigo me enseñó hace muchos años que uno debe despichar el alma, desahogar el corazón y mi manera de desahogo es escribir. Para que voy a andar rabiando, pongámonos en el pellejo de otra persona y sintamos lo que ellos sienten”, explica el paramédico que lleva más de 20 años en la Región. Sobre su motivación, enfatiza que “escribo sobre todo suceso de connotación pública, de cualquier índole, como Torres Gemelas, Antuco, Mineros y el otro día el niño Kevin Silva”, refiriéndose al joven corredor que perdió las piernas en un accidente protagonizado por un conductor que venía de una fiesta y que lo atropelló antes de partir una maratón.
Habiéndose desempeñado en Coyhaique, Isla Toto, Mañihuales, Balmaceda, postas rurales de diferentes latitudes para estar hoy en Villa La Tapera, Guzmán sabe mucho de la soledad, de tener lejos a sus hijos y a su familia e identifica esta condición que se vive en algunos puntos de la región como otro factor que lo acercó a la escritura. “Mientras más lejos estamos del mundanal ruido uno tiene que estar preparado y ocupar la mente en cosas positivas, además tal como nos enseñó una enfermera en un curso en Valdivia, los pacientes cuando están hospitalizados tienen mucho tiempo para pensar cosas, por eso hay gente que sale hasta más complicada. En mi caso, mi tiempo lo ocupo para escribir, para escribir positivamente”.
Raúl Guzmán hace pocas semanas escribió una sentida carta a Investigaciones de Chile, producto de cruel asesinato del que fueron víctimas dos efectivos de la institución, no sólo presentando sus condolencias, sino manifestando su profundo respeto y admiración por quienes, quizás como el mismo dice “un exceso de confianza en un operativo” fueron cruelmente acribillados. De esta misiva recibió respuesta del mismo Director General, sin embargo no ha sido la única y no ha quedado impávido sobre otros sucesos de sensibilidad Nacional, como fue Antuco, los 33 Mineros y recientemente el caso de Kevín Silva, a quien “le escribí una carta que no se la he podido hacer llegar, pero no sólo en nombre mío, sino de la gente de la Patagonia, Lago Verde y La Tapera colaborando con un granito más de arena para su pronta recuperación”.
Sobre el futuro, este paramédico de posta rural de la Región de Aysén de 47 años de edad, 20 de los cuales los ha vivido en la Patagonia, “primero tengo que organizar lo que escribo, comprar un notebook y guardar todo, quizás a futuro escribir un libro y aportar de esa manera a nuestras comunidades a la salud mental, a demostrar que podemos compartir una pena o una alegría con un vecino y demostrar que todavía existe el amor y la solidaridad”.