Ciencia, tecnología e innovación en la Región de Los Lagos


Por: Angelica Basualto
Asistente del Observatorio Social
Universidad San Sebastián


En los últimos 15 o 20 años los temas que refieren a la Ciencia, la Tecnología y la Innovación ha logrado adquirir un interés significativo en la elaboración de políticas públicas para el desarrollo del país. Principalmente por el aporte que los resultados de estas traen en el mejoramiento de la capacidad competitiva a nivel nacional, regional o del territorio. Año a año el presupuesto e inversión de las agencias de implementación de las políticas de innovación, ciencia y tecnología ha aumentado, y han sido, dentro de muchos organismos e instituciones receptores y desarrolladores de I+D, las universidades dentro de las mejores beneficiadas por este incremento.

Dentro de las cifras oficiales, la Encuesta sobre Gasto y Personal en Investigación y Desarrollo (I+D) del año 2013 concluyó que en Chile el gasto en I+D alcanzó los $530.292 millones, lo que equivale al 0,39% del PIB, comparativamente a sus cifras históricas en Chile ha habido un aumento en el gasto, pero aún nos mantenemos muy alejados de las cifras de los diversos países pertenecientes a la OCDE, donde el promedio de gasto en esta materia es de un 2,4% del PIB.

No obstante, Chile ha tomado un camino de alzas, aumentando un 36% desde el 2001 a la fecha en esta materia.
Ahora bien ¿cómo se ve la Región de Los Lagos en el panorama de ciencia, tecnología e innovación? En su Estrategia Regional de Innovación publicada el año 2014 por el Gobierno Regional de Los Lagos, se define a nuestra región como estructuralmente productiva. Y logra obtener esa connotación basado en la “riqueza de su naturaleza” En cifras generales, nuestra región es la numero 1 en producción de leche y carne a nivel nacional, además de ser la segunda productora mundial del salmón y de mitílidos. Encontrándose, además, riquezas en sus capacidades turísticas al ser un destino nacional e internacional bastante concurrido.

A su vez, en el mismo diagnostico se concluye que “la región cuenta con capacidades científicas y tecnológicas, pero éstas se encuentran dispersas y fragmentadas.”

En nuestra región, según los datos brindados por la IV Encuesta sobre Gasto y Personal en I+D desarrollado por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo para el año 2013 en nuestra región se invirtió en total 10.752 $MM, es decir un 0,25% del PIB total utilizado en I+D , destacando principalmente las Empresas (5.660$MM) y las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro ( 3.694 $MM) . Bajo estas cifras se encuentras las Instituciones de Educación Superior de la región, obteniendo 1.138 $MM en gastos de I+D. estas cifras son preocupantes si consideramos que son en estas entidades donde de mejor forma se puede potenciar y desarrollar la investigación, ciencia y tecnología al ser los centros de conocimiento por excelencia. Si comparamos esta cifra con el total del país, que para el 2013 el Estado incurrió en un gasto de 205, 636 $MM en total para estas instituciones, nuestra región está muy por debajo a las otras regiones “universitarias” como lo son la región Metropolitana (11.360 $MM), del Bío Bío (15.181 $MM), de Los Ríos (7.207$MM), La Araucanía (7.072$MM).

La capacidad de investigación de la región, medida como adjudicación de fondos concursables es un punto al cual debemos prestar un especial interés. Nuestra región está teniendo una muy baja participación y adjudicación de fondos de desarrollo de investigación, ciencia y tecnología por parte del Estado y su agencia principal CONICYT. Por cifrar algunos ejemplos, en lo que refiere a la adjudicación de fondos FONDECYT en su versión regular, nuestra región durante los 3 últimos años ha adjudicado 21 proyectos de un total de 1.817 proyectos nacionales, en términos económicos nuestra región ha adjudicado 1.696 $MM de un total de 209.975 $MM, cifra bastante baja de lo que son comparativamente las otras regiones. En lo que respecta a los fondos FONIS de desarrollo en temáticas de salud, nuestra región tan solo se ha adjudicado 1 proyecto desde el año 2011 al 2013, de un total nacional de 117 proyectos adjudicados a nivel nacional. En total 15 $MM, de un total de 3.024$MM. No son más alentadoras las cifras de otras instancias de financiamiento de CONICYT, donde nuestra región si bien está presente lo hace de manera muy baja y con muy poca adjudicación.

En conclusión, y considerado lo anterior, es oportuno tomarle el peso a los beneficios que son esperable, como país y como región de nuestra ciencia y tecnología: Principalmente el aporte al rol esencial que tiene esta materia en el desarrollo económico de Chile, pero también al impacto que trae consigo la mejora en esta área: priorizar la equidad social, respeto al medio ambiente, mejora en la calidad de la educación y también de la salud nacional.

Nuestro país está aún muy por debajo de los países más desarrollados en esta materia, aún somos un país con bajos índices de inversión en Ciencia y Tecnología, pero se están haciendo cambios a los cuales como región, debemos acatar, sumarnos y participar, más aún si queremos establecernos como una Región Universitaria.

Una buena estrategia y que también se posiciona como tendencia hoy en día es la asociación Universidad – Empresa - Gobierno, esta “triple hélice” busca ser una herramienta de apoyo para las oportunidades que se presenten, una buena estrategia es recurrir a las necesidades de las empresas o instituciones y a través de las ofertas del Gobierno generar alternativas de solución a través de Universidades. La academia tiene mucho que aportar a la productividad local y viceversa. Otras medidas podrían ser la captación de Capital Humano Especializado, asociatividad universitaria intrarregional o como extra regional, mayores espacios de interacción académico – empresarial, entre otras

Sin duda, bastante más queda por decir en torno a este tema, pero más queda por trabajar para potenciar la ciencia, innovación y tecnología en nuestra región.
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