Tras un mes de la erupción
Pese a la lluvia y la crecida de los ríos, los voluntarios de la Fundación Albergando Un Amigo de Puerto Montt, continúan recorriendo los faldeos del volcán, alimentando aquellos animales que han quedado abandonados y cuyas familias perdieron sus casas o desistieron de regresar a sus campos.
Pese a que hay sectores donde la vida se ha normalizado, hay muchos otros donde los animales continúan solos y dependen exclusivamente del alimento que les llevan los voluntarios.
La Fundación Albergando Un Amigo hizo un llamado a las familias que resultaron damnificadas por los lahares y por la ceniza a buscar conjuntamente una solución definitiva para esos animales que quedaron cuidando la nada y sin nadie que regresara por ellos.
La presidenta de la Fundación, Andrea Sanz, hizo un llamado a la comunidad a no olvidar a quienes perdieron sus casas y seguir apoyando el trabajo de los voluntarios, quienes acuden al sector al menos 3 veces por semana para evitar que el hambre y el abandono cause mayor daño a los animales.