A las 19 horas
Mundos casi imaginarios que conviven con la cotidianeidad de la capital es lo que retrata la expo “Canódromo” una inspiradora serie fotográfica con la que asombra la artista Nicole Hernández y que inaugura este miércoles a las 19 horas en la Sala Mexicana de la Casa del Arte Diego Rivera, evento que tiene entrada liberada.
Con el apoyo de la Corporación Cultural, la exposición –que estará abierta hasta el 10 de mayo- es un proyecto documental que retrata el día a día de las carreras de galgos en Santiago, específicamente en el Canódromo Renca y La Watts, de San Bernardo. Esta idea nace primero por la curiosidad de adentrarse en un mundo nuevo y conocerlo a fondo, posteriormente el objetivo principal se reduce a poder ver más allá de lo mundano.
“Comúnmente solo vemos nuestra rutina de cada día y obviamos las eventualidades que ocurren a nuestro alrededor que no son parte de nuestras costumbres, así como lo son estas corridas para quienes habitamos en la capital”, explicó la artista.
Estas carreras se realizan por lo general en peladeros o lugares un poco alejados de la ciudad, pero aun así dentro de ella y completamente accesibles, por lo cual quienes acuden a dichas actividades son personajes que llevan su vida fuera de la ciudad, en sitios rurales. Esto hace que se crea que este evento se efectúa en localidades campestres cuando lo cierto es que se puede asistir hasta en transporte público común y corriente.
La serie fotográfica de Hernández es una parte de una obra, la cual se espera ampliar a través de los años y profundizar aún más su trasfondo. Está elaborada en un soporte analógico B/N (película Ilford HP5 forzada hasta ISO 1600), revelada por la misma autora y posteriormente digitalizada.
RESEÑA ARTISTA
Nicole Hernández Quiroga (Santiago, 1992) es una fotógrafa titulada del Instituto Profesional Arcos. Actualmente se desempeña como reportera gráfica en el Diario El Llanquihue, periódico enfocado en la actualidad de la Región de Los Lagos, con sede en Puerto Montt. Ingresó a estudiar al Instituto ubicado en la capital, en el año 2010, como consecuencia de un interés que tuvo por la fotografía durante su adolescencia, radicado en el día en que su padre obtuvo como obsequio una de las primeras versiones de cámara digital que se comercializaron.
Poco a poco comenzó a buscar información relativa a la fotografía, pero siempre de manera básica. Fue al momento de estudiar, cuando pudo conocer los distintos estilos y métodos que existen para retratar momentos, siendo la fotografía analógica (tradicional o de rollo) y el estilo documental (o realismo fotográfico), lo que más le causó impresión y motivación por aprender. El reto para ella va, a través de distintas estéticas, poder captar y transmitir a través sentimientos y lugares que no son muy populares.
Después de egresar en 2013, y pasar su examen de título en 2014, pudo acercarse a la zona, tras hacer su práctica en El Llanquihue, matutino en el que estuvo desde marzo a mayo. En julio, se le dio la posibilidad de volver, ya con de forma más estable. La conexión con la región está, ya que su padre es oriundo de Maullín. Ahora, es él y su familia quienes están en Santiago, mientras la hija fotógrafa es quien busca encontrar su lugar en una región rodeada de lagos, mar, cultura y volcanes.