Marcela Alvial Soto
Directora de Escuela de Enfermería
Universidad Santo Tomás sede Puerto Montt
Hace 54 años atrás que el volcán Calbuco no presentaba ningún movimiento, no hacía erupción, hoy las comunidades que se encuentran a 20 kilómetros alrededor del macizo fueron evacuadas ya que se decretó zona de exclusión, por la alta peligrosidad tanto de desbordes de ríos o la caída de material piroclastos (fragmentos sólido de material volcánico expulsado a través de la columna eruptiva y arrojado al aire) a la atmósfera y se dispersan por el viento.
La presencia de cenizas que varían de tamaño y que generalmente están compuestas de sustancias ácidas afecta a la salud física, especialmente síntomas respiratorios, oculares y a la piel.
La irritación de las vías respiratorias se manifiesta con malestar y secreción nasal, dolor de garganta, tos seca. Para las personas con problemas crónicos estos síntomas aumenten. De allí la importancia del el uso de mascarillas en espacios abiertos.
Otra consecuencia de este tipo de contaminación atmosférica se puede presentar en la irritación ocular, sensación de cuerpos extraños en los ojos, con enrojecimiento y ardor, al restregarse los ojos puede provocar una conjuntivitis y la presencia de estas arenillas pueden llegar a producir daño en la córnea. Para lo cual se debe usar algún tipo lentes protectores y no usar lentes de contacto fuera de espacios cerrados.
Finalmente, se puede presentar irritación en la piel con picazón y enrojecimiento. Que se detecta inmediatamente en forma ocular y se pueden disminuir los síntomas con paños húmedos y no refregar o rascar las zonas afectadas.
La presencia de cenizas también provoca efectos indirectos a la salud, si contamina fuentes de agua que se usen para el consumo, las cenizas en las carreteras aumenta el riesgo de accidentes y en las calles el movimiento vehicular moviliza las cenizas depositadas en el suelo. Además puede producir cortes de líneas eléctricas ya que las cenizas húmedas son conductoras.
Las cenizas que se acumulan en los techos de las casas pueden producir el colapso. Como también producen daño a la salud animal cuando se acumulan sobre los pastos.
Entre los cuidados que se debe tener:
- Proteger los ojos con gafas protectoras.
- Proteger las vías respiratorias con mascarillas o pañuelo húmedo.
- Mantener las casas cerradas puertas y ventanas (no ventilar) y colocar paños húmedos en rendijas de puertas y ventanas.
- Eliminar las cenizas dentro del hogar con paño húmedo, no sacudir ni barrer, para evitar que éstas se levanten.
- Recoger las cenizas con pala y evita mojarla porque se endurece y aumenta su peso.
- Cubrir los depósitos de agua.
- Mantener a niños y adultos mayores dentro de las casas.
- No hacer actividad física para evitar problemas respiratorios.
