Beneficios del BIoT en Salmonicultura


A pesar de la pandemia, Chile se posicionó en 2020 como el segundo productor de salmones a nivel mundial, al concentrar el 25% de la producción, según lo reportado por el Consejo de Salmón de Chile a fin del mencionado año. Este crecimiento sostenido que ha tenido la salmonicultura chilena en el último tiempo se debe, entre otras cosas, a la incorporación de tecnologías como IoT (Internet of Things) e IA (Inteligencia Artificial) en los procesos de producción de los peces.

El objetivo de esto es lograr una mayor producción, mejor eficiencia y reducción de costos en este sector acuícola. Y, en ese sentido, actualmente se unen diversas tecnologías para permitir esta innovación en esta y otras industrias, tanto en Chile como en el mundo.

BIoT (Businness Internet of Things) permite que diversos dispositivos como sensores, cámaras, robots y otros, puedan comunicarse entre sí, recolectando gigantescos volúmenes de datos o Big Data, que, a su vez, dan paso al trabajo de la Inteligencia Artificial, que es analizar de forma instantánea, a través de potentes softwares, toda esta información para poder obtener predicciones y aprendizajes automáticos.

En paralelo al crecimiento de la industria, la tecnología ha ido avanzando con el objetivo de un mejor control. Para esto, la medición de parámetros es de vital importancia, por lo mismo, se ha incrementado y mejorado, y en su mayoría se obtienen con tecnología in situ de avanzada, que permite tomar decisiones productivas, sanitarias o de emergencia, en el minuto. Algunos de los parámetros que hoy se pueden medir de esta forma son: oxigeno, temperatura, PH y turbiedad del agua; vientos, corrientes o niveles de combustible; dispersión del alimento, cantidad de alimento suministrado, saciedad, control de depredadores, entre otros.

El poder obtener estos parámetros y procesarlos para mejores controles, permite mejorar y anticipar diversos problemas que pueden traducirse en pérdidas importantes de la producción. Por ejemplo, el hecho de no utilizar esta tecnología puede significar pasar en un par de días de una mortalidad del 3% (margen muy bueno) a un 25%, simplemente por una baja de oxígeno no detectada. Es una de las principales industrias nacionales, que generó más de 500 toneladas netas de producto en el último año, donde el costo de producción podría estimarse alrededor de los 14 millones de dólares. Por ende, las pérdidas de una cosecha son altas en caso de no llevar un monitoreo y/o predicción adecuada.

Según el Banco Central, las exportaciones de salmones y truchas se posicionaron en el segundo lugar después del cobre en 2020; en el último decenio, las exportaciones anuales de salmón han crecido en promedio a una tasa anualizada de un 8%, por sobre el crecimiento de las demás categorías de exportaciones; y, en el mismo período la importancia del salmón en las exportaciones chilenas se ha duplicado, pasando de 6,9% en 2010, a 12,4% de las exportaciones de bienes no cobre en 2020. Por todo lo anterior, se hace necesario que la incorporación de estas tecnologías sea cada vez más transversal, equitativa y de fácil uso, para mejorar y continuar siendo líderes en la salmonicultura.

Miguel De Rasis, gerente de cuenta en InterNexa Chile.
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