Con gran emoción y orgullo recibió su título profesional el primer grupo de educadoras en la región que cursó el Programa de Formación en Educación Parvularia Intercultural, dictado por la Universidad de Los Lagos –sede Osorno-, con el patrocinio de la Comisión Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).
El objetivo de este programa académico, que se inició el 2011, fue fomentar la formación docente y el desarrollo de conocimientos y las habilidades de los equipos de trabajo, con el fin de profesionalizar a los equipos educativos técnicos que trabajan en jardines interculturales. En esta iniciativa participaron trabajadoras de Junji, Mineduc y Fundación Integra.
Gracias a una alianza de Fundación Integra con la Universidad de Los Lagos, pudieron realizar estudios 11 agentes educativas de los jardines infantiles y salas cuna: Antiyal (Osorno), Dormilones y Pinina (ambos de Purranque), Estrellitas (San Pablo), Burbujitas y Princesa del Lago (Puerto Varas), Los Cariñositos (Puerto Montt), Los Pitufos (Contao) y Los Chilotitos (Castro). La directora regional (s) Fundación Integra, Claudia Pérez, comenta que “este programa pionero en la región contribuye a fortalecer una educación intercultural inicial de calidad en nuestros jardines infantiles y salas cuna, promoviendo el valor de la inclusión y el respeto a la diversidad, tanto en los niños y niñas, como en sus familias”.
Para Marlene Quintullanca, trabajadora del jardín Pinina, de la comuna de Purranque, participar de esta experiencia educativa fue muy importante para su vida profesional y personal, “gracias a esta oportunidad pude lograr unos de mis sueños y así poder titularme”.
Por su parte, María Angélica Sobarzo, quien se desempeña en Los Chilotitos de Castro destaca que “obtener este título es una responsabilidad mayor, pero es gratificante porque podré ayudar a brindar a nuestros niños y niñas una educación basada en el respeto, la inclusión y la diversidad, incluyendo a la familia al aula, y con aprendizajes que consideren nuestra cultura y raíces”.
María recuerda que sintió temor al iniciar el curso, principalmente por el esfuerzo que significaba viajar tan lejos para estudiar. “Fui la única seleccionada de Castro para venir a este curso. Ya una vez me había postergado para estudiar educación de párvulos, entonces no podía perder esta oportunidad. Además mis compañeras de jardín, me instaron a que siguiera”, reconoce la flamante educadora, quien trabaja en Integra desde hace más de 14 años.