por Marcela Bravo Pérez, Directora Regional Corfo Los Lagos
Una de las principales propuestas de campaña de Sebastián Piñera, y por cierto una de las tareas emblemáticas asumidas una vez instalado en la Presidencia, fue potenciar el crecimiento de las empresas de menor tamaño como uno de los caminos para llevar a Chile a transformarse en un país desarrollado.
Desde Corfo asumimos con entusiasmo ese desafío, implementando de inmediato una serie de medidas que dieron un giro a la orientación que hasta entonces habían tenido nuestros programas y fondos concursables. Del mismo modo, lideramos con energía el año del Emprendimiento, instaurado el 2012, y también el año de la Innovación, vivido durante el 2013. Dos conceptos que logramos plasmar en el imaginario colectivo de la nación, y que con el compromiso de nuestro equipo de trabajo, y también de cientos de emprendedores y empresas con las que trabajamos codo a codo, permiten ahora encontrarnos en un inmejorable escenario para dar un paso definitivo hacia el desarrollo, pero más aún, hacia un modelo de desarrollo que recoja las potencialidades y capacidades de cada persona para permitirles expresar todos sus talentos en los más diversos ámbitos, y por cierto también en el mundo de los negocios.
En lo personal, creo que este cambio de perspectiva es uno de los logros que debe mantenerse más allá de las diferencias o puntos de vista distintos de las autoridades de tal o cual gobierno. Cuando asumí la tarea de liderar Corfo en la región de Los Lagos, lo hice precisamente pensando en sumarme a este proceso de cambio, a esta nueva mirada que a diario nos agradecen y reconocen los micro y pequeños empresarios y empresarias de lugares tan distantes y diversos como Futaleufú o San Juan de la Costa, chilenos y chilenas que con el apoyo de Corfo, pero sobre todo con su esfuerzo y capacidad de emprender e innovar, han logrado construir caminos para hacer surgir sus sueños e ideas.
Palena, 26 de febrero del 2014.