Fiscalía pide presidio perpetuo calificado contra los acusados, quienes mataron y robaron al querido matrimonio chilote. El único crimen comparable, es el de “Rubencito”, el triple asesino de Queilén, quien mató a su padre, una compañera de trabajo y a un vendedor de Temuco, cuyos cuerpos escondió en su vivienda.
A las 8.45 horas de este jueves se iniciará el histórico juicio en contra de los tres acusados por el robo y doble homicidio que afectó a un querido matrimonio chilote en diciembre del año pasado, en la comuna de Dalcahue.
El crimen causó impacto a nivel nacional, ya que la misma noche en que la pareja fue encontrada brutalmente asesinada, se transmitía el episodio del programa de Canal 13 “Cásate Conmigo”, el que mostraba el matrimonio de la hija de ambos, Paola Suárez, y del que las víctimas habían sido los protagonistas.
El juicio se realizará en el Tribunal Oral en Lo Penal de Castro este jueves, hasta donde llegarán los tres acusados por el caso: Javier Andrade Aguila (34 años), Patricio Andrade Arriagada (29) y Alejandro Contreras Millalonco (21).
Juicio histórico
Se trata de un juicio histórico para Chiloé, no sólo por la connotación del delito. Nunca antes se había registrado en el archipiélago, un crimen de esta magnitud. El único hecho comparable, es el de “Rubencito”, el triple asesino de Queilén, quien a fines de la década de los noventa asesinó a su padre, una compañera de trabajo y a un vendedor de Temuco, cuyos cuerpos escondió en su vivienda. El homicida fue calificado como el “chacal de Queilén” y condenado a muerte, pena que le fue rebajada a presidio perpetuo.
También la pena comprometida para este caso –presidio perpetuo calificado, o sea 40 años de cárcel efectiva- no se ha aplicado en la isla de Chiloé, desde que comenzó a regir la Reforma Procesal Penal.
“Esperamos que estos chacales sean castigados con la pena máxima”, dijo Paola Suárez, hija del matrimonio asesinado.
Javier Suárez, hijo de Augusto Suárez, indicó que “Chiloé requiere con urgencia de ejemplos de justicia. Hemos esperado un año, sometidos a un tremendo estrés, gastando nuestro tiempo y nuestros recursos como familia para lograr justicia. Hemos recibido tremendas muestras de apoyo de la comunidad chilota y sobretodo de los ancuditanos”.
Los sujetos deberán enfrentar una acusación por robo con violencia con homicidio, a la que se suman las agravantes de haber ejecutado el delito de noche, en despoblado, en la morada de las víctimas y actuando en grupo.
La acusación
Según la acusación de la Físcalía, la noche del 17 de diciembre de 2007, los tres sujetos “ingresaron a la vivienda y a fin de facilitar la apropiación de especies, se dirigieron al dormitorio de las victimas, para proceder a golpearlas de forma reiterada con un objeto contundente hasta darles muerte”.
Luego de ello, sustrajeron una serie de especies, entre las que se cuentan dinero, un arma de fuego y electrodomésticos; para luego salir en un furgón del matrimonio que habían asesinado.
En su huida, los delincuentes arrojaron el arma con que asesinaron al matrimonio –un combo de unos 10 kilos de peso- en medio del campo. La familia, junto a vecinos, realizaron una “minga chilota” para buscar el elemento por tres días, hasta que finalmente dieron con él, a inicios de este año y será precisamente una de las pruebas del juicio.
La Fiscalía presentará un total de 13 testigos, además de la declaración de 9 peritos y dos huellas dactilares encontradas en el sitio del suceso.
Los delincuentes son representados por los defensores penales públicos Nelson Troncoso Gavilán, Luis Mora Constanzo y Jaime Marimán Nahuelquin. En tanto, que la familia también se querelló, siendo representada por el abogado Juan Cristóbal Grunwald. El fiscal a cargo del caso es Jaime Sáez.
