Manuka hizo un llamado a los principales actores de la industrias láctea y cárnica, con el objetivo de conformar una mesa de trabajo capaz de estudiar una alternativa viable que permita derivar a los terneros machos de lechería a pequeños y medianos productores de carne, evitando así la eutanasia asistida, aun cuando esta sea una práctica que se ajusta al marco legal vigente, tal como lo ha indicado la autoridad.
La mesa estará integrada, además de la empresa y representantes de sus trabajadores, por la SEREMI de Agricultura de la Región de los Lagos, la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago); la Asociación de Productores de Leche de Osorno (Aproleche), y la Asociación de Productores de Leche de la Región de Valdivia (Aproval).
Los integrantes de esta instancia se han propuesto definir medidas concretas dentro de los próximos 30 días. Es importante indicar que a la espera del resultado, Manuka suspendió la eutanasia de terneros machos a fines de 2013. A partir de dicha fecha, la empresa implementó una serie de convenios con productores medianos y empresas del rubro. Junto a ellos, se aspira a mejorar su crianza y comercialización, a pesar del desafío que conlleva el hecho de que no se trate de una raza para carnes.
La empresa reiteró que siempre ha rechazado el maltrato y cualquier forma de sufrimiento que pueda ejercerse contra los animales. La visión de negocio de la compañía radica en el adecuado manejo del ganado, por tanto cualquier estrés que se genere a los animales productivos, atenta contra la actividad.
La discusión en torno a la viabilidad de la crianza de terneros machos de lechería es de larga data, incluyendo múltiples estudios relacionados. Estas investigaciones han planteado diversos desafíos técnicos para la industria, los cuales necesariamente requieren de la voluntad de todos los actores involucrados. En esta línea, y consistente con la determinación de establecer la eutanasia asistida como última opción, en 2013 Manuka puso a disposición de pequeños y medianos productores más de mil terneros machos, los que terminaron vendiéndose a un precio simbólico de $850, no habiendo encontrado un interés mayor en el mercado.
Manuka y sus empresas relacionadas, trabaja por una producción de leche creciente, limpia y sustentable en el tiempo, que esencialmente se basa en el desarrollo de oportunidades y de respeto hacia nuestra gente, sus familias y comunidades con las que interactúa, así como en el fiel y transversal cumplimiento de la normativa laboral, de seguridad, de salud, trato animal, ambiental, las prácticas agrícolas, y otras que aplican en general.