El proyecto, cofinanciado por FIA y ejecutado por la Universidad Católica de Temuco, buscará generar un producto natural para hacer frente a este parásito que crea importantes pérdidas económicas al sector ganadero.
Santiago, 24 de enero de 2014.- La mosca de los cuernos (Hæmatobia irritans) es un parásito que genera millonarias pérdidas al sector ganadero. Para controlarlo, un proyecto realizado por la Universidad Católica de Temuco y cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), está desarrollando un producto fitoterapéutico con acción repelente.
La idea es —siguiendo la tendencia mundial a un mayor uso de lo natural y orgánico— aprovechar las propiedades de extractos o aceites esenciales de hierbas, como quillay y boldo, que han demostrado tener acción repelente/insecticida y que pueda ser utilizado en la industria pecuaria.
Esta parasitosis durante años ha sido controlada con productos sintéticos los cuales, por manejos inadecuados han seleccionado a poblaciones de moscas resistentes, obligando a utilizar mayores dosis y frecuencias de aplicación. Como consecuencia de esta práctica, comenzaron a detectarse residuos de estos antiparasitarios en los productos y subproductos de origen animal, llegando a prohibirse en algunos países el control químico de las parasitosis.
De acuerdo a estimaciones del Informativo Agropecuario Bioleche-INIA Quilamapu, un animal baja al menos un 3% del peso a consecuencia de la pérdida de sangre, lo que en términos económicos puede representar una merma del orden de $5.000 a $12.000 por animal. Si a esto se agrega una reducción estimada del 4% en la producción de leche, se llega a menores ingresos para el sector pecuario bovino que, según datos del 2001, alcanzarían a un total cercano a los US$ 25 millones.
“La ejecución del proyecto permitirá identificar y desarrollar un repelente vegetal que pueda ser utilizado a nivel predial e incluso escalado comercialmente para el control de la mosca de los cuernos en ganadería”, destaca el coordinador de la iniciativa, Carlos Lüders.
Al respecto, el ejecutivo de innovación de FIA y supervisor del proyecto, Claudio Soler, agrega que hoy los consumidores ya valoran prácticas de producción sustentables, con el empleo de insumos o aditivos naturales que no afecten la calidad de los alimentos. Es así como el uso de fitoterapéuticos naturales, es una buena noticia para la inocuidad alimentaria y para los ganaderos del país que luchan diariamente contra esta mosca.
“Organismos como la Food and Drug Administration (Estados Unidos) y la Agencia Europea de Medicamentos buscan reducir el uso de fármacos de síntesis en el manejo sanitario, por lo tanto, la Medicina Veterinaria debe innovar en nuevas alternativas para mantener el estado sanitario y productivo de los animales”, sin afectar la calidad de los alimentos, para consumo humano, que de ellos se derivan”, complementa Soler.
Alternativa natural
El plan de trabajo contempla cuatro etapas: la obtención y caracterización de los principios activos de la planta; realizar ensayos de laboratorio de repelencia de los principios activos bajo el método del olfatómetro; y el que resulte con mayores propiedades de repelencia se evaluará aplicado sobre bovinos en condiciones de campo. Finalmente, se contempla realizar un análisis de factibilidad técnica, económica para escalamiento comercial del producto, registro sanitario y su resguardo de propiedad intelectual.
“Al final de este proceso, esperamos contar con un producto fitoterapéutico innovador, que hoy no existe en el mercado, para el control de la parasitosis de la mosca de los cuernos en sistemas productivos bovinos y que sea una alternativa al uso de insecticidas sintéticos tradicionales”, enfatiza Lüders.
La apuesta es posicionarse justamente en aquellos sistemas de producción con certificación orgánica o agroecológica, reduciendo no sólo los impactos ambientales, sino que también la probabilidad de la presencia de residuos peligrosos para la salud pública o que presentan prohibiciones de comercialización cuando se sobrepasan los límites de residuales máximos (LMRs) internacionales.
Una vez identificado el prototipo con mayores posibilidades de éxito, se llevarán a cabo los procesos necesarios para el escalamiento comercial del mismo, a través de la empresa asociada “Campestre”, cumpliendo con las normas que establece el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para el desarrollo e inscripción de productos veterinarios.
“El propósito final es beneficiar al sector pecuario, permitiéndole aumentar su eficiencia productiva y potenciando la posibilidad de agregar valor a su oferta. Junto con ello, se abre una nueva oportunidad de negocios para el sector productor de plantas medicinales y aromáticas”, concluye Lüders.
ACERCA DE FIA
La Fundación para la Innovación Agraria (FIA), perteneciente al Ministerio de Agricultura, es la agencia sectorial de fomento a la innovación y su objetivo es contribuir al incremento de la competitividad de la agricultura nacional. Su actividad se centra en el fomento de los procesos de innovación y en actuar sobre el entorno y condiciones que los favorecen. Todo ello a través de financiamiento de iniciativas, de la generación de estrategias y la transferencia de información y resultados de proyectos y programas innovadores. Más informaciones en www.fia.cl