Las brechas de sostenibilidad del turismo en la región

  • Los principales representantes del sector en Los Lagos han estado asistiendo a las mesas de trabajo durante los últimos meses, para trazar en conjunto una estrategia para la industria.
La convocatoria liderada por el Gobernador Patricio Vallespín y ejecutada por la Universidad de Los Lagos como secretaría técnica, en el llamado Pacto por una Región Sostenible e Inclusiva; ha encontrado en la industria del turismo gran interés por participar y aportar desde los conocimientos de los representantes de empresas, organizaciones, centros de estudios, trabajadores, ONG’s, Municipalidades y Servicios Públicos; todos enfocados en construir una mejor industria de acuerdo a las necesidades del presente, sin perder de vista ni comprometer los recursos de las generaciones futuras.

Para Cristián Caipillán, coordinador técnico de la mesa regional de turismo, “el análisis se ha centrado en las brechas de cuatro grandes áreas y entregan una visión holística base de la industria desde la gobernanza o gestión sostenible, la sostenibilidad cultural, la sostenibilidad socioeconómica y ambiental. Este levantamiento inédito en nuestro país a nivel de regiones viene a adelantarse y a generar los estándares mínimos que las regiones deberían aspirar a alcanzar para comenzar a transitar por el camino de la sostenibilidad como destinos turísticos”.

De acuerdo a la sistematización de las opiniones de los asistentes a las mesas, algunos de los resultados respecto de la gestión sostenible del destino incluyen la falta de una gobernanza turística regional, instancia inexistente que dificulta la articulación público-privada en todo nivel (regional, destinos y local); escaso monitoreo y reporte de impactos para empresas, residentes y visitantes junto a la siempre bienvenida retroalimentación para la mejora. Esta falta de gestión también incluye la inexistencia de una estrategia de trabajo elaborada de forma participativa, que fomente el ordenamiento de los territorios, la gestión del volumen de visitantes y actividades; riesgos y adaptación al cambio climático, la información y promoción de la calidad y la sostenibilidad para las empresas.

En cuanto a los impactos socioeconómicos del turismo en la región, se identificaron principalmente falencias de información respecto de la contribución directa e indirecta que realiza el turismo a la economía regional (por ejemplo: volumen, gasto, empleo, inversión y distribución del beneficio económico en el destino, entre otros); información que podría ser relevante para generar concientización sobre la importancia del turismo desde la enseñanza básica y continuar promoviendo oportunidades para el ingreso de mujeres y jóvenes a trabajar en la industria, así como a las micro y pequeñas empresas locales, artesanos, agricultores y productores de alimentos, para integrarse a la cadena de valor del turismo, junto a regulaciones y estándares sobre accesibilidad a los sitios, instalaciones y servicios para visitantes y con programas que incorporen a las comunidades locales en su gestión.

Cultura y ambiente

Por su parte en el ámbito cultural, las principales brechas se han identificado en la falta de coordinación de los distintos entes que participan en la rehabilitación y conservación de bienes culturales, incluido el patrimonio construido y los paisajes culturales destinados al turismo; al mismo tiempo de escasa información para los visitantes respecto de la oferta y el patrimonio cultural, existiendo en este caso mucha información disgregada que es necesario concentrar y liberar para su uso en la interpretación en varios idiomas en los atractivos que existen en la región, fomentando además el involucramiento y acceso a estos recursos para la gestión de comunidades locales y de los visitantes.

Por último, respecto de los impactos ambientales, las principales brechas se encuentran en la medición y monitoreo para la protección y regeneración de los entornos vulnerables, la gestión de visitantes en los sitios naturales, concientización, cuidado y fiscalización en sectores de interacción con vida silvestre (corredores biológicos para zona pudú en Chiloé, por ejemplo), y en especial un sistema para la industria que promueva la reducción del consumo de energía y agua, la generación de residuos sólidos y líquidos, y los gases de efecto invernadero con innovación y tecnologías en estos ámbitos y otros como la electromovilidad en los principales destinos y circuitos turísticos regionales.

Para las próximas mesas de trabajo a realizar en octubre, se espera definir con el conjunto de la industria los principales desafíos a concretar durante los próximos años, que serán la base y el punto de partida para generar compromisos de todas las partes que permitan dar cuerpo al Pacto por una Región Sostenible e Inclusiva y continuar de esta forma liderando el turismo nacional con innovación y buenas prácticas, para que la industria turística regional logre proyectarse hacia al futuro y convertirse en un destino sostenible para los visitantes y un mejor lugar para sus residentes locales.
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