por Bernarda Gallardo
El último artículo de Loncón, que uno encuentra en los esperados Archivos Ele dominicales, tiene ese dejo de desconcierto que uno no está acostumbrado a encontrar en ellos. Como no se lo espera, es uno el que termina desconcertado. ¿Dónde se fue la ironía? ¿Por qué no la ve? Porque esta ahí a la vista, con fondo marino y en colores. Un barón de la política compitiendo con dos ciudadanos. No cualquieras. Barría y Bernales son dos ciudadanos exitosos en sus respectivos ámbitos vocacionales, la música y la medicina. No solo como ejecutores sino como constructores de las propias condiciones de producción de dichas actividades.
Barría es un músico, compositor, y el principal actor de la industria musical local, con producciones de la banda bordemar y mas de cuarenta grabaciones de músicos locales. Bernales, uno lo encuentra en dos de las más importantes instituciones del mundo moderno, el hospital y la escuela. Hablamos entonces de espíritu creativo y de capacidad realizadora, transformadora, de producción nada menos de nuestras propias condiciones de vida.
¿Cuál es la ironía, entonces? Que las bases del éxito de Quinteros es (era) su capacidad de representar a la ciudadanía puertomontina y hoy esa ciudadanía ha preferido representarse a sí misma y no seguir delegando en aquellos que hablaban, se mostraban y decidían por ella. Esto está logrado; es completamente independiente de los resultados de octubre. Habrá competido con dos ciudadanos y no habrá logrado involucrar en esta última contienda local a nuevos electores, porque el padrón electoral no creció.
Puerto Montt ya lo sabe. Nadie nace representante. La representatividad de unos es la que le otorgan (no reconocen, como quisieran seguir creyéndolo) los otros. La representatividad de los señores políticos se la otorgamos la ciudadanía o no la tienen, salvo en sus fantasías y sueños de grandeza que, en definitiva, puede tener cualquiera porque no es privativa de nadie.
¿Por qué Jaime Barría y Alfonso Bernales se inscribieron como candidatos a la alcaldía de Puerto Montt? Simple; porque expresan la reacción responsable de la ciudadanía ante la crisis de representatividad, y por tanto de legitimidad, de la élite política actualmente dominante.
Vea el artículo al que se hace referencia en:
http://www.archivos-ele.cl/?tema=archivo&id_arch=103