por Soraya Said Teuber
Directora Regional
Servicio Nacional de la Mujer
Región de Los Lagos
Ante la vulneración de los derechos de la infancia y frente a la evidencia de una situación de maltrato infantil, lo primero es detener inmediatamente la situación de vulneración. Ha quedado en evidencia que, en un gran porcentaje, la negligencia, abuso, violación o amedrentamiento, ocurre hoy en la mayoría de los casos al interior de la propia familia, y por éste sólo hecho – a mi juicio – es aquí donde se debe instalar el debate social y el mea culpa. ¿Hacemos el esfuerzo de amor necesario para respetar y ver al otro como un legítimo yo?
Si seguimos en esa misma línea, y a la luz de los últimos hechos de connotación pública, muchas de esas víctimas que con valentía denuncian a sus agresores, hoy sufren victimización secundaria, y somos todos/as responsables de ésto.
Si bien, la sanción social masiva permitirá que el dolor de tantas niñas y niños- sea medianamente reparado y que comencemos a hablar del tema abiertamente al interior de la familia y la escuela, no podemos aceptar con naturalidad que sean entrevistados en televisión y que conozcamos tantos detalles de los casos. Es un hecho irresponsable y pernicioso. Frente a una situación como ésta, es primordial resguardar la confidencialidad y privacidad de las víctimas al máximo, y las entrevistas deben ser realizadas por un especialista, ojalá único. Toda vez que expongamos a los menores y sus familias, o hagamos hablar una y otra vez de lo sucedido, los/as estamos vulnerando. Seguimos traspasando los límites.
¿Tenemos la madurez suficiente como sociedad para legislar responsablemente en materia de aborto, garantizando a las mujeres una intervención psicosocial apropiada, que les permita una decisión serena, consciente y libre?
Este es el momento de dar protección. El cuidado que deben tener es total, puesto que existe un sinnúmero de factores de riesgo psicosociales. Lo primero es cerciorarnos que habiten en un lugar seguro, de contención, donde prime el buen trato y el respeto, por sobre cualquier cosa. Se inicia entonces, un intenso trabajo de reparación y restablecimiento de vínculos sanos.
Especialistas del área de la salud, coinciden en que la clave está en pasar tiempo con ellos y ellas: Conversar, conocerlos/as. Crear un clima de comunicación, cariño y seguridad al interior de la familia, nos permite mantenernos sensibles a sus necesidades y emociones, pudiendo detectar oportunamente algún cambio en sus estados de ánimo o personalidad en desarrollo, permitiéndoles y regalándoles espacios para sus relatos, para sus emociones, para una reparación basada en el amor. Acompañarlos/as a expresar abiertamente lo que les gusta y lo que les desagrada, habilitándolos/as así como sujetos capaces de manifestar su opinión, necesidades y preferencias. Valorarlos/as y respetar sus límites; jamás desestimar o ignorar sus sentimientos, vivencias y relatos.
Lo crucial es hablar con los niños y niñas del cuerpo y la sexualidad, en términos comprensibles según sus edades, fomentando el autocuidado y el respeto. De este modo, se traza el camino para que puedan identificar situaciones incómodas. Con ello, sembramos además relaciones sanas a futuro, alejadas de la “naturalidad” con que se instala la violencia hoy en nuestra sociedad.
Este gobierno se ha comprometido desde una especial sensibilidad con temas relativos a la maternidad, no sólo desde la rúbrica del cuidado de nuestros niños y niñas desde su primera infancia con el post natal de 6 meses, sino que también desde el resguardo y responsabilidad que existe hacia las madres sobre todo cuando se encuentran en situación de vulnerabilidad ligadas a su maternidad.
Por eso, el Servicio Nacional de la Mujer, hoy cuenta con el Área Mujer y Maternidad, iniciativa que se preocupa desde el periodo de gestación en adelante, de todas las madres que requieran información, orientación, apoyo, acompañamiento, derivación vinculada y atención psicosocial presencial a través de distintos programas y un apoyo integral. Todas/os quienes se sientan con la necesidad de asistencia podrán llamar a nuestro fono gratuito y confidencial 800 520 100, donde se abordan principalmente temas como: Embarazo no deseado o no planificado, Embarazo adolescente, Duelo por pérdida de un hijo (aborto espontáneo o inducido, post parto, e hijos grandes), Adopción, Depresión pre y post parto, Apego, lactancia y estimulación temprana, Aspectos legales: Pensión alimenticia, cuidado personal, relación directa, Pre y post natal parental, Abuso Sexual.
No perdamos de vista a nuestros niños y niñas; aprendamos a mirar el mundo a través de sus ojos. Son sujetos de derecho y debemos todos con amor procurar y mantener un compromiso mayor hacia todos ellos/as, nuestro único capital invaluable y el que más importa. Nada justifica la vulneración hacia nuestros niños y niñas y es tarea de todos/as su erradicación.