- Innovador proyecto, cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), beneficiará directamente a los productores en términos de costos, logística e imagen, al emplear un sistema más sustentable ambientalmente.
La iniciativa —que se enmarca en el Año de la Innovación— es pionera en el país y busca solucionar algunos problemas que afectan a la comercialización de carne de ave faenada, como son la pérdida de peso por goteo y la proliferación bacteriana de patógenos.
Estos ocasionan deterioro en la carne que se traducen en cambios en el aroma, apariencia, textura y variación en el pH. Todo ello disminuye la vida útil del producto y, por consiguiente la rentabilidad de las empresas del rubro.
Hasta ahora, una de las fórmulas para regular la pérdida de peso es el uso de bandejas absorbentes fabricadas a partir de poliestireno expandido (PSE). Sin embargo, este material presenta serios inconvenientes ambientales y de salubridad, ya que no es biodegradable y su fabricación y transformación requieren de altos costos energéticos y el empleo de gases nocivos, tales como butano y pentano.
“La solución para superar esta limitante es el desarrollo de compositos poliméricos, donde la matriz (almidón) es reforzada y funcionalizada con partículas inorgánicas. Para ello, el proyecto utilizará almidón extraído del descarte de la producción de papa nacional”, explica la coordinadora de la iniciativa, Saddys Rodríguez.
Los desechos de papa —que representan cerca del 15% de la producción— se destinan a la alimentación animal, a un precio de compra no conveniente para los agricultores.
“Con este nuevo tipo de empaque se beneficiará a dos sectores de producción primaria: la avícola que contará con un envase biodegradable, absorbente y funcional para comercializar sus productos faenados, y los cultivos de papa, cuyos agricultores tendrán otra alternativa para vender las papas de descarte de su producción”, enfatiza el ejecutivo de innovación de FIA y supervisor de la iniciativa, Robert Giovanetti.
Alta demanda
A nivel internacional existen algunas experiencias de desarrollo de envases con materiales orgánicos. Entre ellos destacan los elaborados en base a caña de azúcar; de almidón de maíz y de cáscara de café, sin embargo, la diferencia del empaque que elaborará el CIPA es que tendrá una adecuada estabilidad en ambientes húmedos.
Así, se fabricarán bandejas absorbentes espumadas con propiedades mecánicas y de barrera al agua mejoradas, que permitan su buen desempeño en condiciones reales de uso, minimicen la proliferación microbiana y absorban olores indeseables.
Este material, en base a materias primas renovables y biodegradables, se obtendrá empleando las técnicas tradicionales de transformación de los termoplásticos: extrusión y termoformado.
“Creemos que con esta iniciativa se propiciará un mercado competitivo que beneficiará directamente a los productores en términos de costos de producción, logística y mejora de la imagen empresarial al emplear envases biodegradables”, agrega Saddys Rodríguez.
En términos de demanda, el potencial es interesante considerando que la carne de ave representó, el año pasado, el 45% del total de la carne producida en el país, llegando a las 663 mil toneladas. Asimismo, la producción creció un 2,7% en relación al 2011, y el consumo en 2%.
Se estima que, en promedio, sobre el 20% de la oferta se comercializa por medio de bandejas, estimándose que la cantidad demandada de estos envases supera las 230 millones de unidades anuales.
“Si se considera que el consumo de carne de pollo seguirá aumentando, es de esperar que la demanda de bandejas absorbentes aumente proporcionalmente, por lo cual surge la necesidad de crear un tipo de bandeja que sea sustentable ambientalmente, y que permita satisfacer a los consumidores en cuanto a la calidad y presentación del producto envasado”, destaca Rodríguez.
Añade que, de llegar a buen término, esta innovación tecnológica orientará futuras estrategias para mejorar el diseño de materiales en la industria del envasado de alimentos.
La iniciativa involucra un costo de $188, 6 millones, de los cuales $150 millones son aportados por FIA.