A las 19 horas, Sala Mexicana
El rescate no sólo de la historia, sino también de las personas que fueron registrando uno de los procesos más dolorosos de Chile, quedarán reflejados con la exposición “Puntada con hilo: reparación de la memoria a través de la costura” que la artista Ana Videla inaugura este jueves a las 19 horas en la Sala Mexicana de la Casa del Arte Diego Rivera, evento que tiene entrada liberada.
Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, la muestra atraviesa nuestro inconsciente colectivo, al recoger el trabajo de las arpilleristas que fueron escribiendo relatos y mundos cuando el silencio de la dictadura callaba cualquier voz.
De esta manera, Ana Videla conversa al igual que cualquier una mujer que habla y dice cosas desde su casa, escribiendo historias a punta de aguja y sin levantar sospechas.
“Videla comenta cosas nuestras en este nuevo libro de arpilleras, como si supiera el idioma de las manchas de vino en la mesa, o la violencia de los platos rotos. Es capaz de hacer volar la animita del presidente y luego invitarnos a subir con ella al muy familiar árbol del reconocimiento. Nos queda claro, Ana sabe como atar lo cabos que van de la plena luz a la memoria oscura y de la gran belleza a la basura” dijo el crítico y docente Jorge Vega.
ARTISTA
Ana Videla Lira es una artista visual, profesora de Artes Visuales de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y Licenciada en Arte de la Universidad Católica de Chile.
Sobre su trabajo se ha dicjo que siente la imperiosa necesidad de creer en sus manifestaciones, a ratos apabullada por un sinfín de motivaciones, no logra observar con claridad cuál de las muchas naves debe abordar, le provoca hablar desmedidamente o callar por siempre, posee un lenguaje prosaico a pesar de su religiosa formación escolar, intenta aunque con dificultad, dirigir su destino, gusta de mirar el cielo y del pan con mantequilla, prefiere la palabra revolución a los baños de tina, considera que la suerte está casi siempre de su lado, excepto cuando se siente abandonada de la mano de los dioses, no tiene la menor conciencia de cómo y por qué se produjo esta suerte de biografía, y no le interesa.