Me llamo José Barria Lopez, vivo en la comuna de Frutillar, tengo 62 años y le escribo para contarle una pequeña historia, también pedirle que interceda con el presidente del Banco Santander Señor Vittorio Corbo, banco que ud. publicita.
Hace un mes hacia planes con mi señora de lo que haría cuando jubilara, en tres años más; soñábamos con comprarnos una parcela para sembrar y cultivar la tierra y vivir sin problema de mi baja jubilación. Sin embargo todo eso se hizo humo, un grupo de poderosos de este país no tuvieron corazón con trabajadores pobres y sencillos que entregamos cada día todo nuestro esfuerzo y corazón para hacer bien la pega; todo el corazón que queremos pongan en la cancha los jugadores de la selección que ud. dirige y que para nosotros significa una esperanza y alegría enorme el ver como se entregan en cada jugada por darnos una alegría, de las pocas que tenemos en nuestra sacrificada y a veces amarga existencia, pues nos encontramos a diario con el abuso y atropello de quienes tienen el poder económico y se escudan tras las instituciones , no como ud. que da la cara.
Después de 18 años de trabajo en una planta que fabrica paneles de madera en Frutillar, donde nunca le falle a la empresa, trabajando como obrero en distintas faenas que se me pedía, ayudante de planta, pañolero y últimamente trabaje en portería, fábrica donde esperaba jubilar en tres años más.
Mi historia cambio el 01 de junio, cuando llegue a tomar mi turno, me dijeron no vuelva más, la planta está cerrada, la planta es del Banco Santander, adquirida el año 2009, la empresa no tiene patrimonio, la planta Forestal que operaba con la razón social Shung Wang S.A. desde ese año solo ejercía la administracion a través de un contrato de arriendo por 5 años y ese plazo se venció, por lo tanto Banco Santander toma el control de su propiedad.
Tamaña noticia, me derrumbe por completo, llore como no lo hacía desde niño, camine kilómetros desolado, recordando cada momento de los tantos años trabajados, preguntándome que voy a hacer a mi edad, donde encontrare un trabajo, como pagare las cuentas, como le diré a mi esposa para que no le afecte tanto esta mala noticia, se me partía la cabeza y el dolor en mi pecho crecía, caminaba mirando el suelo mojado por la lluvia del sur; antes de llegar a mi casa para contarle a mi señora lo que me había pasado, que todos nuestros sueños de jubilar se había acabo, que no tenía nada, que no tenía nada que reclamar por haber trabajado los últimos 5 años de mi vida en una empresa de papel.
Fueron duros momentos, pero lo peor no había llegado aún, cuando quise cobrar el seguro de cesantía me dicen que no puedo por dos razones, no tener el finiquito o por existir una deuda previsional de los últimos 4 años, imagínese, la empresa ya nos debía los meses de marzo, abril y mayo, pero a pesar de ello yo seguía cumpliendo todos los días, trabajando, con la esperanza e inocencia que todo se arreglaría, que tremendo, estoy sin dinero, me sentí estafado y dolido por la triste realidad.
En mi situación, hay otros 95 ex trabajadores de la planta que pasamos lo mismo, sin dinero para pagar la luz, el agua, el colegio de los hijos, la cuenta del almacén, el arriendo, cuotas atrasada del dividendo hipotecario, sin plata ni para hacer una llamada telefónica, viviendo de la caridad de los familiares y amigos, todos nuestros documentos personales contratos, liquidaciones de sueldo quedaron en la fábrica donde trabajábamos, los señores del banco Santander no nos permiten recuperarlos, cuanta maldad con hombres y mujeres chilenos pobres, obreros y empleados; somos nosotros los que más nos identificamos con los jugadores de la selección, porque vemos como jóvenes de origen muy humilde por sus habilidades, trabajo y constancia, lograron salir de la pobreza y hoy día ganan mucho dinero y pueden ayudar a sus padres, familiares y amigos porque ellos saben las carencias que pasan los trabajadores modestos de su país. Nosotros también soñamos en que uno de nuestros hijos sea tan bueno para la pelota como un Alexis, Arturo, Gary y tantos otros, para poder dejar de sufrir tanta injusticia y abuso.
Don Sampa..., la única opción que tenemos es que el Banco en un gesto de grandeza moral se digne a reparar el daño causado a los trabajadores y se haga cargo de la deuda que la empresa tiene con nosotros, hay dos caminos el acto de responsabilidad social del banco o el camino judicial que podría demorar años, tiempo que muchos de nosotros no tenemos por la precariedad de nuestras condiciones, por ello estamos abogando por una salida alternativa al drama que vivimos.
Me despido con un saludo afectuoso, agradeciéndole la alegría que nos ha dado la selección chilena, desde la comuna de Frutillar en la Provincia de Llanquihue, Región de Los Lagos, Chile Jose Barria López Rut 6466510-3 cel. 79487303
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