- Luego de dos años en que esta iniciativa no se pudo concretar debido a la pandemia por Covid-19, la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) llevó a cabo una nueva versión presencial de esta actividad en las localidades de Pinto y Monte Patria, que va en directo beneficio de comunidades vulnerables de nuestro país.
La vicerrectora de Estudiantes y Vinculación con el Medio, Patricia Noda, viajó hasta la región del Ñuble para acompañar a los estudiantes y conocer el testimonio de los habitantes de la localidad junto a autoridades nacionales y regionales, señalando que “Santo Tomás cuenta con un sello social que se evidencia en los trabajos voluntarios que se han desarrollado a lo largo de los años. Nuestros valores tienen que ver con el respeto, inclusión y solidaridad, y se plasman muy patentemente en nuestros estudiantes cuando nos acercamos a la comuna de Pinto para entregar nuestro servicio a las familias y vecinos”.
En tanto Macarena Orellana, directora nacional de Asuntos Estudiantiles de Santo Tomás subrayó que “mediante estas actividades buscamos ayudar a la comunidad, evidenciando el sello de nuestra institución y, también, que los alumnos entreguen y se lleven el reconocimiento de los vecinos. Además, estas iniciativas permiten desarrollar ciertas habilidades blandas que no se logran desenvolver en ninguna otra instancia.”
La experiencia de los alumnos
El interés por ayudar a la comunidad, especialmente a quienes se encuentran en situación de extrema precariedad, fue uno de los motivos que llevó al grupo de tomasinos a viajar a la Región del Ñuble durante sus vacaciones. “Quiero agradecer esta oportunidad que se nos dio de venir a hacer trabajos voluntarios de verano, la participación del grupo en cada una de las funciones que se nos asignaron fue destacable, donde dispusimos de todo nuestro esfuerzo y tiempo para poder lograr nuestro cometido y también dar gracias a Santo Tomás por esta gran oportunidad que nos brindó de estar aquí haciendo lo que nos gusta”, comentó Rodrigo Bahamonde, estudiante de Psicopedagogía de la sede Puerto Montt.
Similar opinión mantuvo Bárbara Zapata, estudiante de Tecnología Médica, también de la sede Puerto Montt, quien deseaba ser parte de esta actividad desde algunos años. “Quise participar en el voluntariado de verano para trabajar en los valores que nos entrega la Universidad y llevarlos a un plano práctico. Este año nos tocó en la Región del Ñuble, específicamente en Ciruelitos y nuestra idea fue aportar con un granito de arena y nuestra experiencia fue bastante enriquecedora”, sostuvo.
En tanto, Nora Muñoz, una de las beneficiarias de los Trabajos Voluntarios, destacó el apoyo entregado por parte de los jóvenes. “Me arreglaron una pieza y estoy muy contenta, nunca pensé que mi sueño se iba a cumplir y soy la mujer más feliz. He tratado de darles lo más que puedo a ellos, porque vienen de tan lejos a prestar una ayuda a todos nosotros”, aseguró.