Matanza de Pampa Irigoin

* Imagen creada con inteligencia artificial mediante Prome Ai

El 9 de marzo de 1969, la Masacre de Pampa Irigoin marcó un trágico episodio en Puerto Montt, Chile. Durante el desalojo de una ocupación de terrenos, Carabineros abrieron fuego contra los pobladores, causando la muerte de 11 personas, incluyendo un bebé de tres meses, y dejando más de 70 heridos.

Antecedentes

Tras el terremoto de 1960, Puerto Montt sufrió una crisis habitacional severa, dejando a miles sin vivienda. En 1968 y 1969, varias familias intentaron ocupar terrenos en Pampa Irigoin, una zona pantanosa sin uso agrícola. Algunas ocupaciones fueron resueltas pacíficamente, pero otras terminaron en desalojos violentos.

En marzo de 1969, 91 familias tomaron el terreno en busca de una expropiación legal. La tensión aumentó cuando el diputado socialista Luis Espinoza, quien apoyaba a los ocupantes, fue detenido el 8 de marzo, acusado de incitación ilegal.

El desalojo y la masacre

En la madrugada del 9 de marzo, por orden del Ministro del Interior Edmundo Pérez Zujovic, 250 carabineros intentaron desalojar a los ocupantes. Ante la resistencia con palos y piedras, la policía respondió con gases lacrimógenos y disparos, resultando en la muerte de varios pobladores, entre ellos vecinos que no estaban directamente involucrados en la toma.

El operativo dejó alrededor de 50 civiles y 18 carabineros heridos. A pesar de la violencia, la acción policial fue justificada por el gobierno de Eduardo Frei Montalva como una medida para restablecer el orden.

Consecuencias y reacciones

La masacre desató una crisis política. La oposición acusó a Pérez Zujovic, aunque la acusación constitucional fue rechazada. Sin embargo, en 1971, fue asesinado por el grupo extremista Vanguardia Organizada del Pueblo en venganza por estos hechos.

Ninguna autoridad fue procesada, pero en 1971 el gobierno de Salvador Allende otorgó viviendas y pensiones a las familias afectadas.

Impacto cultural

El cantautor Víctor Jara compuso Preguntas por Puerto Montt en protesta por la masacre. Documentales como Ni toda la lluvia del sur han mantenido viva la memoria de estos hechos, reflejando su impacto en la historia chilena.
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