Por: Hector Rute, Académico Carrera de Kinesiología
Universidad San Sebastián
No es novedad que nuestro país está envejeciendo, pero ¿cómo se comporta la región de Los Lagos ante este fenómeno? Según la encuesta CASEN 2015 nuestra región sigue la tendencia nacional en cuanto a envejecimiento; sin embargo poseemos un importante nivel de dependencia en nuestros adultos mayores, la cual sumado a nuestra gran dispersión poblacional y el clima, hacen un panorama especialmente difícil a la hora de definir intervenciones locales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de las mejores estrategias para poder enfrentar el panorama de envejecimiento mundial, es actuar desde lo preventivo, manteniendo al máximo la capacidad funcional de los adultos mayores, para evitar que estos lleguen a tener algún grado de dependencia y evitar todo lo que esto conlleva, desde la condición médica a temas sociales. En este sentido la actividad física es fundamental y se ha comprobado que genera muchos beneficios en edades avanzadas, repercutiendo fuertemente en la capacidad funcional y la salud de los adultos mayores. Además, nuestro adulto mayor debe poder salir de su vivienda para participar activamente de la vida social; por lo tanto debemos trabajar en ciudades más amigables que permitan el acceso a estos espacios.
Por otra parte, en el sur de Chile no existen muchos geriatras y probablemente lleguen muy pocos con el pasar de los años, ¿Cómo podemos contrarrestar esto? Debemos “gerontolizar” nuestra región de Los Lagos, los profesionales que trabajan con adultos mayores o población general, tienen que poseer conocimientos básicos en estos temas.
Esta tarea no debe terminar ahí, los conocimientos además deben ser transmitidos a la comunidad, tanto a los adultos mayores, familias y cuidadores de los mismos, quienes son los que pasarán más cantidad de tiempo con ellos. Sobre lo anterior, los profesionales deben tomar la postura de ver a los adultos mayores no solo como un ente biológico, dejar de concentrarse solo en la enfermedad y mirar hacia las demás esferas que involucran su calidad de vida.
Sin duda el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) ha hecho una excelente labor en nuestra región generando la mayor cobertura posible en sus servicios; sin embargo no podemos dejar que ellos hagan todo el trabajo, como comunidad debemos comprometernos a este gran desafío, generando mayor cantidad de redes de apoyo que pueda complementar y facilitar, lo que se ha planificado a nivel de políticas públicas nacionales. De esta manera podemos generar nuestras propias formas de intervención, teniendo en cuenta características de nuestros adultos mayores en la región, las que son distintas a la realidad del país, en cuanto a la baja escolaridad (promedio), nuestra cultura asociada a ruralidad, agricultura, ganadería, pesca o las creencias religiosas, debido a la gran repercusión de la iglesia católica años atrás.
Como región tenemos un importante desafío por delante, para esto la coordinación de nuestros múltiples sectores de trabajo será fundamental. Es imprescindible seguir poniendo estos temas en mesas de discusión de entidades que se dediquen al área, incentivar la investigación y la formación de nuestros profesionales. Todo lo anterior será con el fin de devolver a nuestros adultos mayores un poco de lo mucho que han entregado a nuestro presente, no hay mejor manera de agradecerles que asegurando que sus últimos años de vida sean con la mejor calidad posible, con un entorno enriquecido y dándoles la seguridad de que las futuras generaciones seguirán contribuyendo al país en temas de respeto, igualdad e inclusión.