- A través de un trabajo colaborativo entre la Universidad San Sebastián, sede De la Patagonia, el CESFAM Antonio Varas y el CECOF Lawen, se desarrolla un huerto comunitario que busca promover la salud física, psicológica y el autocuidado en los usuarios.
En ese contexto, la Universidad San Sebastián, a través del Proyecto Colaborativo de Vinculación con el Medio denominado Fitoterapia y autocuidado II: habilitación comunitaria de un huerto medicinal, propone que estudiantes de Psicología, Química y Farmacia, Ingeniería Comercial, Bachillerato en Ciencias de la Salud y Arquitectura de la sede De la Patagonia, trabajen en conjunto con los usuarios del CESFAM Antonio Varas y el CECOF Lawen, en la región de Los Lagos, con el propósito de promover hábitos de vida saludable a través de la realización de un diagnóstico del uso de plantas medicinales, la construcción colaborativa del huerto y la educación en el uso de estas hierbas, a través de talleres y capacitaciones.
“Nos dimos cuenta de que las personas tienen poco conocimiento y harto interés en aprender sobre el tema. El CESFAM se acercó a nosotros y surgió este proyecto, con el fin de transformar un espacio para que los usuarios tuvieran un lugar tranquilo, de relajo y que permitiera un encuentro, además de utilizar las plantas medicinales como complemento para tratar sus patologías”, explicó Paula Bernasconi, académica de la Facultad de Medicina y Ciencia y líder del proyecto que tributa al Programa Territorial Hito Más Salud; Más Cerca.
En concreto, durante el primer semestre, los estudiantes de Psicología, Química y Farmacia e Ingeniería Comercial hicieron un levantamiento de datos para establecer las principales demandas del establecimiento de salud. Paralelamente, se trabajó en una investigación para determinar cuáles son las plantas más útiles para los pacientes y evaluar su siembra.
“El proceso fue muy útil para conectarse con la comunidad, conocerla, saber qué les pasa y determinar sus necesidades. El trabajo en terreno es la mejor forma de adquirir conocimiento y aplicar el aprendizaje que se recibe en las clases. Aquello es lo que nos ayuda a formarnos como profesionales íntegros. Además, con esto podamos ayudar a generar un cambio que sea beneficioso para la comunidad”, destacó Javiera Montino, estudiante de Psicología.
Por su parte, Tomás Hernández, estudiante de Química y Farmacia, manifestó que “lo que más me gusta es el trato directo con pacientes, orientarlos, escuchar sus problemas y ayudar a solucionarlos. Me hace muy feliz que se vayan con una sonrisa en el rostro, me hace querer seguir progresando”.
Para el próximo semestre, se sumarán estudiantes de Arquitectura y Bachillerato en Ciencias de la Salud, quienes comenzarán a trabajar en el desarrollo del huerto, además de apoyar en los talleres educativos, análisis de las encuestas y plantación en conjunto a la comunidad, entre otras actividades.
Juana Soto, quien forma parte del Club Adulto Mayor Sol y Luna, señaló que “la actividad fue muy buena, los temas que se hablaron son muy importantes, porque se tocan aspectos de la salud que afectan a las personas mayores, sobre todo respecto a la salud mental, que es un tema que ha estado muy presente desde la pandemia. Lo encontré muy interesante, lo de las plantas medicinales nos puede ayudar a tratar ciertas enfermedades que tenemos, es mejor porque es natural. Además, es un espacio para salir y compartir. Todos quedamos interesados y queremos hacer otra donde vayan todas las personas mayores y así trabajar en conjunto la USS”.