Luego de casi 50 años, el tradicional encuentro de la Casa de Bello regresará a esta provincia bajo el título “Hacia un territorio sustentable: Diálogos sobre identidades, culturas y patrimonios". Los recuerdos de ex estudiantes que hace más de 40 años participaron de esta iniciativa reconstruyen lo que fue el paso de las Escuelas de Temporada de los ‘60 por el paisaje austral e insular de Chiloé.
Diez de la mañana y los estudiantes comienzan a buscar un lugar en la sala. Se ubican frente a los caballetes instalados alrededor de quien hará de modelo y no tardan en hacer aparecer los carboncillos entre sus dedos. Todos están ahí para aprender sobre dibujo y para muchos consiste en su primer acercamiento al arte; para otros, esta es una posibilidad de desarrollar su técnica. Muchos de esos estudiantes concurrirán también al taller de pintura que se realizará más tarde. Esa convivencia entre personas de diferente procedencia fue lo que caracterizó la primera Escuela de Verano de la Universidad de Chile en Chiloé a finales de los ’60, hoy un recuerdo de una generación que se vio inspirada por los trabajos de extensión en regiones de la época.
“Siendo las universidades los organismos docentes que atesoran los mayores bienes culturales de la nación, son también los que deben proveer a difundirlos en todos sus aspectos”, escribía en 1953 Amanda Labarca, académica e impulsora de las Escuelas de Temporada en regiones, en la Revista Anales de la U. de Chile sobre este tradicional encuentro universitario. El turno de la Isla Grande de Chiloé vendría 30 años después, en la ciudad de Ancud. Así lo recuerdan los artistas Mario Velázquez y Luis González, participantes de estos cursos de pintura, dibujo y tantos otros que impartió la Universidad.
“Era un adolescente, terminaba mis clases y me iba a las escuelas de la U. de Chile. Todavía tengo algunos de los certificados que daban en ese tiempo. Allí hice folclore, artes, pintura y primeros auxilios, lo que claramente me marcó, porque terminé ya de mayor en un conjunto folclórico, haciendo esculturas y estudiando enfermería”, cuenta entre risas el escultor Luis González.
Mario Velázquez, artista de la zona, también repasa esos años recordando lo que fue esa generación que surgió en torno a las Escuelas de la U. de Chile. “Había profesionales, jóvenes, hombres y mujeres, era un grupo muy diverso donde compartíamos el gusto por el arte. La Universidad nos daba modelos de yeso y caballetes y nosotros llevábamos manzanas, botellas, canastos, botes y otras cosas con las que aprendimos y desarrollamos principalmente las técnicas de las sombras y la luz con carboncillo. Incluso salíamos a pintar a la costanera, en la bahía”.
El trabajo de las escuelas de verano en la ciudad se prolongó a través de la conformación del Instituto de Artes Plásticas de Chiloé, donde el mismo grupo continuó creando. “Después de las escuelas continuamos trabajando, el gusto por el arte ya estaba en nosotros y nos juntamos para continuar en esto. Así hicimos las ‘Exposiciones simultáneas de artes’, donde teníamos la pintura en óleo, el dibujo, la acuarela, el repujado en cobre, la pintura en género, la madera y el cartón. Siempre quisimos replicar esa dinámica que nos dejó la Escuela”, señala Velázquez.
Los dos ex estudiantes coinciden en que estos espacios de extensión y formación de la U. de Chile no sólo calaron en las personas que participaron de ellas, sino también en la ciudad de Ancud, que hasta el día de hoy exhibe los resultados de esta intervención, como una plazoleta, una placa en la calle 18 de julio y la reparación de los fuertes de la ciudad con piedra cancagua. “La U. de Chile marcó un hito cultural en Ancud en esos años”, afirma Velázquez.
El regreso a la Isla en enero 2018
El próximo año la U. de Chile regresa a la Isla de Chiloé con una nueva versión de la Escuela de Temporada titulada “Hacia un territorio sustentable: Diálogos sobre identidades, culturas y patrimonios". El tradicional encuentro se desarrollará en las ciudades de Ancud y Curaco de Vélez del 7 al 12 de enero y contará con más de 40 actividades impartidas por académicos y académicas de la U. de Chile, la U. de los Lagos y actores locales.
En esta versión de la Escuela de Temporada la Universidad de Chile ha trabajado en conjunto con la Universidad de Los Lagos, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos -a partir del Museo de Ancud-, la Corporación Cultural de dicho municipio y la Fundación Curaco de Vélez con el fin de que las comunidades puedan participar de una nutrida agenda de actividades, que contempla talleres, diálogos y panoramas culturales, todos completamente gratuitos y abiertos al público.
“Con esta nueva versión de las Escuelas estamos retomando una trayectoria que viene de los ‘60 y que, ya entonces, permitió la construcción de una plaza y los torreones que hoy se encuentran en el Museo de la ciudad. Es decir, hay una gran tradición de trabajo y para nosotros es muy relevante poder retomarlas”, señaló el director de la Corporación Cultural de Ancud y uno de los organizadores de la Escuela, Juan Galleguillos.
A lo mismo apuntó la directora de Extensión de la U. de Chile, Ximena Póo: "Retomar el hilo para seguir tejiendo la historia de la Universidad de Chile con Chiloé -que nunca ha dejado de estar hilvanada- ha sido una tarea hermosa. Chiloé es ejemplo de lucha, creatividad, identidades en proceso constante, de una fuerza que pocas veces se encuentra en otras partes. Hemos aprendido todos a trabajar colaborativamente y creemos que los días de enero se multiplicarán por miles más adelante. El espíritu de los 60, con las tensiones y esperanzas del siglo XXI están aquí".