Participaron 1.661 centros educativos
- En el marco del Diagnóstico Integral de Desempeño (DID), aplicado por la Agencia de Calidad de la Educación, se indagó sobre el funcionamiento de los centros educativos y las principales dificultades que han tenido. Los resultados refuerzan la necesidad de retomar las actividades presenciales.
“Hace un año y medio que convivimos con la pandemia. La Agencia de Calidad ha recogido evidencia contundente sobre los efectos negativos en todo el sistema educativo. Esto también incluye a la Educación Parvularia, que no solo es la base del desarrollo futuro de los niños, sino que los jardines infantiles son un espacio de protección e interacción que no es reemplazable”, señala Daniel Rodríguez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.
“Los resultados que muestra el DID nos preocupan. Pero tenemos una buena noticia: más del 78% de jardines infantiles están abiertos para recibir a niñas y niños. Es urgente que retomen sus actividades presenciales. Nuestro llamado a las familias es a llevarlos. El jardín infantil es un espacio seguro, de cuidado y aprendizaje, con las condiciones de infraestructura, personal idóneo y protocolos sanitarios. No hay tiempo que perder. Lo que no se hace en este tiempo no se recupera”, enfatiza María Jesús Honorato, subsecretaria de Educación Parvularia.
El cuestionario Covid también recogió información acerca de la modalidad de funcionamiento que tuvieron los jardines infantiles durante el 2020. De los 1.661 centros educativos que lo respondieron, 1.388 señalaron (84%) estar sin funcionamiento presencial entre marzo y diciembre del año pasado, 272 (16%) que implementaron un sistema mixto con actividades remotas y presenciales, y 1 indicó que el establecimiento no dejó de recibir ni de trabajar con los niños y niñas de manera presencial.
Asimismo, se les preguntó sobre las actividades realizadas con mayor frecuencia o más importantes en el actual contexto. Según lo señalado por los jardines infantiles, estas fueron: continuar apoyando el proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas del jardín infantil (88%), atender las necesidades de alimentación de párvulos (77%), y atender y apoyar el bienestar socioemocional de los niños y sus familias (53%).
Actividades en pandemia
Los jardines infantiles no solo son un espacio de desarrollo e interacción fundamental para los párvulos, también juegan un rol muy importante en la entrega de alimentación. Según los resultados del cuestionario, prácticamente la totalidad de los jardines infantiles (99%) indicó haber realizado la entrega de alimentos para los niños y las niñas.
Respecto a otras actividades desarrolladas en contexto de pandemia, 94% dijo haber enviado videos o grabaciones a las familias con actividades para los niños, 87% entregar material didáctico para que las familias desarrollaran actividades con los párvulos (por ejemplo, lápices, plasticina, témperas, hojas, entre otros) y 86% envío sugerencias de sitios web o actividades disponibles en internet para que las familias las realicen con los niños y niñas. En tanto, la actividad menos reportada (65%) fue la realización de videollamadas con los niños y niñas.
Por último, el principal canal de comunicación entre el jardín infantil y las familias fue el WhatsApp (98%) y luego las llamadas telefónicas (97%).
Recurso para el retorno a los jardines infantiles
Expertos han recomendado que, especialmente en el caso de los párvulos, el retorno al espacio educativo sea a través de actividades centradas en lo socioemocional. Distintas investigaciones en el ámbito de la psicología y la neurociencia confirman que los primeros años son la base de nuestra salud física, mental y cognitiva.
La Agencia de Calidad dispuso el diagnóstico socioemocional especialmente diseñado para Educación Parvularia, “Lila y sus emociones”. Actualmente, la plataforma cuenta con más de 22.000 usuarios. A través de distintos recursos y actividades, el equipo pedagógico puede identificar cómo se sienten los párvulos al volver al jardín infantil, y al mismo tiempo, promueve que los niños y niñas sepan identificar sus propias emociones, las de otros, y también puedan expresarlas. “Se valora el poder compartir con las familias y dar oportunidad de trabajar las expresiones y emociones con los niños y niñas”, destaca Roxana Yáñez, técnico del jardín infantil Pequeño Arcoíris de Nancagua.