Por Seremi de Desarrollo Social y Familia, Soraya Said Teuber.
La crisis sanitaria y económica ya genera un fuerte impacto en la disminución de la inversión, productividad y empleo, en la reducción del crecimiento y en un aumento de los niveles de pobreza, tanto multidimensional como por ingresos. Tarea que esta región debe observar con preocupación y responsabilidad previo a la pandemia (25,5% pobreza multidimensional. Casen 2017) Referente a estos impactos, distintos especialistas, han realizado sus proyecciones en tal sentido, el cual se manifiesta en un círculo de retroalimentación negativa: baja la inversión, la productividad y el empleo, baja el crecimiento y aumenta la pobreza. Entonces, el desafío es cómo revertir estas tendencias.La principal fuente de inversión y empleo está radicada en la iniciativa privada y esta se encuentra resentida, el Estado deberá contribuir en mejorar la productividad y la disminución de la pobreza a través de la institucionalidad y las políticas públicas contribuyendo además, en la generación de las condiciones de contexto favorable para la inversión y el empleo. En tal sentido desde el Gobierno ya se han implementado a la fecha más de 49 medidas económicas y sociales desde iniciada la pandemia, implicando US$21.653 millones. También aquí en la región con recursos del Gobierno Regional se han apoyado líneas de reactivación en vista de la pandemia sanitaria y del bloqueo a una pandemia social.
Nuestro Ministerio de Desarrollo Social y Familia, tiene la misión de evaluar los programas sociales del Estado de Chile, así como la aplicación directa y en conjunto con los organismos sectoriales, de programas de apoyo a los grupos más vulnerables. Por otra parte, somos responsables de administrar un sistema de evaluación previa de los proyectos de inversión pública de los distintos ministerios y servicios públicos, nacionales, regionales y locales, en orden a obtener proyectos de inversión en infraestructura debidamente evaluados asegurando la rentabilidad social, contribuyendo efectivamente al crecimiento económico y al desarrollo humano de nuestro país. Es en esta inversión pública, donde nuestro Gobierno ha anunciado un aumento para contribuir a la recuperación del empleo y la inversión. Si esta inversión se focaliza en parte a la infraestructura de servicios básicos se tendrá adicionalmente un impacto positivo en la pobreza multidimensional. Una misión que debe ser abordada en forma conjunta con los municipios quienes aportan con su visión y focalización de las prioridades que requieren inversión, conforme la situación actual nos exige.
Así, emprenderemos la reactivación con la información, los recursos institucionales, humanos, financieros y las soluciones adecuadas. A todo lo anterior hoy se suma la hoja de ruta que nos dará la encuesta Casen 2020, otra tarea que lidera nuestro Ministerio y cuya principal misión será obtener una radiografía para la elaboración de una correcta política pública nacional y regional. La pandemia, pese al daño, como toda crisis, nos da más de una oportunidad, tales como, construir la política pública desde las necesidades más esenciales e inmediatas de los habitantes de nuestro territorio, desde el enfoque de la pobreza y las carencias, asumiendo estos como un deber de todos y no sólo del Estado. Chile requiere más que nunca del compromiso de todos. No existe otro modo, de lo contrario estaremos conduciéndonos siempre en el camino incorrecto. Una instancia de reconstrucción y resiliencia de un país que se empodera en su tarea de eliminar brechas y anteponer decididamente el desarrollo humano como eje central. Nunca podremos avanzar verdaderamente, excluyendo o dejando atrás a quienes más nos necesitan.
Siempre supimos que estábamos tomando atajos, construyendo irrealidad, a costa de lo inmaterial, la salud mental, la felicidad de una nación.
¿Será posible sincerarnos y reconocer que es tiempo de mirar al Chile pobre, sin educación y ver cómo nos hacemos cargo? Un reconocido empresario social decía que “es momento de poner la pelota en el suelo”.
Me parecen muy lúcidas sus palabras, donde nos invita a reflexionar y no sólo reaccionar, y así ver el camino que nos permita corregir errores y reescribir nuestras prioridades.